domingo, 22 de diciembre de 2013

Mangana, el faetón

"Ya próximos a nuestro zaguán advertimos que estaba enfrente un coche, en dirección contraria a la que íbamos. Los relámpagos nos permitieron identificar un faetón de la empresa del Mangana, con tiro de fuertes caballos, cuyos atalajes mojados brillaban con las descargas eléctricas."

Eduardo Blanco-Amor, La catedral y el niño, ed. Galaxia, Vigo 1997, páx.146

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