viernes, 6 de diciembre de 2013

Las capillas de la catedral

"Mas cuando algún hombre o alguna mujer llevaban en el alma, como una escaldadura, uno de esos problemas de conciencia o de conducta que rebasaban con su tumulto la organización de las ideas y sentimientos, entonces era a la catedral donde iban a buscar, en su tibia penumbra materna, la paz, el sosiego, la redención por las calladas lágrimas, y no en el esplendor solemne de las grandes naves, sino en los rincones penumbrosos de las capillas: en el Santo Cristo, en Nuestra Señora de los Ángeles, en el Jesús de los Desamparados..."

Eduardo Blanco-Amor, La catedral y el niño, ed. Galaxia, Vigo 1997, Capítulo III, páxs.21

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