“El cabo Doroteo, además de recitar poesías, toca el arpa, los valses son
las piezas que mejor se le dan. A Manuel Blanco Romasanta, el sacaúntos que se
convertía en lobo y mataba a la gente a bocados, lo libró de morir en garrote
el médico chino, que no era ni médico ni chino sino hipnotizador e inglés, se
llamaba Mr. Philips y estaba de profesor de electrobiología en Argel; el médico
chino escribió una carta que armó gran revuelo al ministro de justicia español
y la reina doña Isabel II, al enterarse de los avances de la ciencia, indultó
al reo.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario