jueves, 28 de octubre de 2021

Una quietud de estatua

 "Poco feliz se le antojó la frase; se sentó en la mecedora balanceándose con suavidad hasta quedarse dormido; las copas de licor café y coñá acabaron por vencerlo; dobló la cabeza sobre el hombro y paulatinamente fue cediendo el meneo de la mecedora, como sumergido en una quietud de estatua."

José María Pérez Álvarez, Las estaciones de la muerte. Duen de Bux, Ourense, 2008. Pág.111.

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