"El demonio se lo van a encontrar ellos, López en primer lugar, dentro de poco. Hoy les hice tres trampas delante de sus narices: ni se enteraron. También me escapé del bar Samuel sin pagar una copa de licor café esta mañana. Hay que mimar los vicios, los escasos vicios que uno puede tener a mi edad. Tener y mantener."
José María Pérez Álvarez, Las estaciones de la muerte. Duen de Bux, Ourense, 2008. Pág.92.
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