lunes, 29 de septiembre de 2014

El ilustrado que se adelantó a su era


Hoy se conmemora el 250 aniversario del fallecimiento de un intelectual internacional como fue el ourensano Benito Jerónimo Feijoo y Montenegro. Nacido en el Pazo de Casdemiro, en Pereiro de Aguiar, el 8 de octubre de 1676 falleció en Oviedo, en 1764. Está enterrado en la iglesia de Santa María de la Corte, en Oviedo, que se abre precisamente sobre unos de los patios del antiguo convento, que lleva ahora su nombre: Plaza de Feijóo.

1- ¿Cuáles fueron los orígenes del padre Feijóo?

Nació en el seno de una familia hidalga. Sus padres fueron Antonio Feijoo Montenegro y Sanjurjo y María de Puga Sandoval Novoa y Feijoo. Cursó sus estudios primarios en el Real Colegio de San Esteban de Ribas de Sil.

2- ¿Cuál fue su formación?


Realizó sus primeros estudios en Allariz y en el colegio benedictino de San Estevo de Ribas de Sil. A los catorce años ingresó en la Orden Benedictina en el monasterio de San Xulián de Samos, cuando era su abad fray Anselmo de la Peña. Eso le supuso voto de pobreza y renunciar a sus derechos como mayorazgo de su casa. Se consagró al estudio, llegando a ser nombrado "maestro general" en su orden, y dio clases en distintos lugares de Galicia, de León y de Salamanca, en cuya Universidad estudió también. Ganó por oposición una cátedra de Teología en la Universidad de Oviedo y allí residió desde 1709, con 33 años, hasta el fin de sus días, consagrado al estudio, a la enseñanza, a la composición y defensa de sus obra.

3- ¿Cuál es su obra más reconocida?

Feijoo no comenzó a publicar sus obras hasta 1725. La más conocida es su "Teatro crítico universal". Son ocho volúmenes (118 discursos), más uno adicional (suplemento) que fueron publicados entre 1726 y 1739. El título "teatro" ha de entenderse con la acepción que entonces tenía de visión general, de conjunto.

4- Otras publicaciones.

La obra de Feijóo se completa con sus "Cartas eruditas y curiosas" (1742-1760); "Apología del escepticismo médico" (1725); "Satisfacción al Escrupuloso" (1727); "Respuesta al discurso fisiológico-médico" (1727); "Ilustración apologética" (1729); "Justa repulsa de inicuas acusaciones" (1749) y

"Adiciones" (1783).

5- ¿Qué difusión obtuvo?

Su obra fue tan popular, que se vendieron 538.000 volúmenes traducidos al francés, ingles, italiano, portugués y alemán. Todo un best-seller de la época.

6. ¿Cuáles fueron las reacciones de sus coetáneos?

Sus discursos suscitaron también mucho rechazo, y no pasaron desapercibidos. Tuvo sus réplicas con Ignacio de Armesto Ossorio, autor de un "Teatro anticrítico" (1735) en dos volúmenes; fray Francisco de Soto Marne, que publicó en su contra dos volúmenes de "Reflexiones crítico-apologéticas" en 1748 o Salvador José Mañer, quien publicó un "Antiteatro crítico" (1729), entre otros. En el lado de los defensores contó con el doctor Martín Martínez y los padres Isla y Martín Sarmiento. Hasta el mismo rey Fernando VI, a través de un real decreto en el año 1750, prohibió que se le atacara.

7. ¿En qué ámbitos desarrolló sus estudios?

En sus obras aparecen una larga serie de disertaciones sobre las más diversas materias: medicina, matemáticas, física, astronomía, geografía, historia, filosofía, teología, moral, literatura y lingüística.

8. ¿Qué pensaba de las supersticiones?

El padre Feijóo empleó todas sus fuerzas en la lucha contra las supersticiones. Apelaba a la razón, siendo uno de los primeros ilustrados del país. Una de sus frases más conocidas insiste en ello: "Yo, ciudadano libre de la República de las Letras, ni esclavo de Aristóteles ni aliado de sus enemigos, escucharé siempre con preferencia a toda autoridad privada lo que me dictaren la experiencia y la razón".

9. Fue pionero en la defensa de las mujeres.

Realizó una de las más famosas defensas de las mujeres en un ensayo, lo que le acarreó numerosos enfrentamientos con sus coetáneos, que no comprendían esta actitud. El Padre Feijóo aseguró: "En grave empeño me pongo. No es ya sólo un vulgo ignorante con quien entro en la contienda: defender a todas las mujeres, viene a ser lo mismo que ofender a casi todos los hombres: pues raro hay que no se interese en la precedencia de su sexo con desestimación del otro."

10. Ataques y culpas por el atraso del país.

Fue muy crítico con el sistema educativo universitario del momento y tenía claras las causas del atraso cultural de España. Así lo resumía: "Las causas del atraso que se padece en España en orden a las ciencias naturales: La primera es el corto alcance de algunos de nuestros profesores. Hay una especie de ignorantes perdurables, precisados a saber siempre poco, no por otra razón, sino porque piensan que no hay más que saber que aquello poco que saben. La segunda causa es la preocupación que reina en España contra toda novedad. Dicen muchos que basta en las doctrinas el título de nuevas para reprobarlas, porque las novedades en punto de doctrina son sospechosas. La tercera causa es el errado concepto de que cuanto nos presentan los nuevos filósofos se reduce a unas curiosidades inútiles".

11. Sus incursiones en la medicina.

No era médico, pero le interesó sobre manera la medicina, más que nada para deshacer falsas ideas que creía necesario desterrar. Entendía que el papel del médico junto al enfermo era el de la “humana dedicación, compasión, consuelo, alivio e intento de curar”.

12. Las críticas del autor a distintos ámbitos.

Como resumen, el padre Feijóo no no dudó en criticar y denunciar, a través de sus escritos, la medicina de su tiempo, el anquilosamiento de la universidad y la falta de atención que se le prestaba a la ciencia y a los conocimientos técnicos imprescindibles para el progreso del país en contraposición a supersticinoes y adivinaciones.

13. Quienes fueron algunos de sus seguidores.

El doctor Marañón fue uno de sus seguidores más fervientes. En la base de la estatua de los jardinillos, hay una placa en su honor y realizó numeras conferencias y aportaciones basándose en los escritos del ourensano. Le atribuía la creación del lenguaje científico en España. Pardo Bazán se dio a conocer como escritora con un "Estudio crítico de las obras del padre Feijóo " (1876), con el que ganó un premio, compitiendo en este certamen con Concepción Arenal. También destaca Menéndez Pelayo, con ideas a veces contradictorias sobre la obra del benedictino. Otros como Pérez de Ayala, Azorín, Américo Castro o Montero Díaz se hicieron cargo de la reedición de sus obras.

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