"Germán se ha quedado durmiendo. No le he querido despertar. Me ha prometido que solo estaremos dos o tres días en la casa de sus padres hasta que encontremos un lugar donde vivir para nosotros solos. La casa es un antiguo molino de agua reformado, construido sobre una pequeña cascada de un afluente del río Limia. De esa corriente de agua de la cascada se sacaba la fuerza motriz para mover la piedra del molino."
Carlos Montero. El desorden que dejas. Ed. Espasa. 2016. Pág. 30.
No hay comentarios:
Publicar un comentario