"Su pueblo, una pequeña villa de doce mil habitantes en lo más profundo de Ourense, con mucha historia, mucha bruma y mucha niebla, mucho puente romano atravesando el río, muchas termas de aguas calientes y alcalinas, mucho verde, mucho monasterio barroco, mucho turismo de verano, pero un pueblo. Ah, y golpeado por la crisis com el que más; tenían una boyante economía basada en una gran empresa de embutidos que quebró y ahí el pueblo se vino abajo."
Carlos Montero. El desorden que dejas. Ed. Espasa. 2016. Pág. 16.
No hay comentarios:
Publicar un comentario