"Necesitaron una lancha motora para alcanzar el cuerpo sin vida de la chica y traerlo hasta la orilla. El juez y la secretaria judicial llegaron poco después para el levantamiento del cadáver.
-Creo que es ella, señor juez- aventuró el cabo primero Giménez.
-¿Quién?
- La profesora de Novariz, la que llevaba desaparecida desde hace una semana. Pobre cría."
Carlos Montero. El desorden que dejas. Ed. Espasa. 2016. Pág. 11-12.
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