"Don Eusebio continuó fumando para demorar el momento de entrar en casa; después hizo el recorrido acostumbrado pero esta vez recaló en el bar Trangallán, tomó una ración de empanada y dos vinos y se encaminó al piso."
José María Pérez Álvarez, Las estaciones de la muerte. Duen de Bux, Ourense, 2008. Pág.41.
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