"Al día siguiente, pensó mientras entraba en la Plaza Mayor donde la casi extinta luminosidad del atardecer lo abordó por la espalda, tendría oportunidad durante el festejo de comprobar en qué estado se hallaban los diez Socios de Honor, el sanedrín de ancianos atacados por todos los males de la tierra, uno de los cuales era invencible: la edad."
José María Pérez Álvarez, Las estaciones de la muerte. Duen de Bux, Ourense, 2008. Pág.49.
No hay comentarios:
Publicar un comentario