"En una página de un diario nacional se reseñaba el asunto, indicando que proseguían las averiguaciones, que expertos de Madrid se habían trasladado a la ciudad para ayudar a la policía local en el caso, que no existían indicios sólidos en lo que fundamentarse y que el autor de los desmanes actuaba impunemente, quizá conociendo los hábitos de sus presas."
José María Pérez Álvarez, Las estaciones de la muerte. Duen de Bux, Ourense, 2008. Pág.55.