Oigan de esta maldicion
que un padre á un hijo le
ha echado
que en lobo se ha
transformado,
sin tenerle compasión.
Ved esta causa marchar,
este crímen sin segundo,
que horroriza á todo el
mundo,
venid padres á escuchar.
la humanidad va á
manchar,
esta triste confesion,
sin usar de compasion,
un padre desenfrenado
á su hijo ha señalado,
oigan de esta maldicion.
Cuando trece años tenia
Manuel Blanco Romasanta,
una maldicion por manta
sobre este infeliz venia,
do el sudor de la agonía;
la maldicion que le ha
echado,
el Señor que le ha
escuchado
la peticion que decia,
luego se la concedia,
que un padre á un hijo le
ha echado.
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