"Estaban mirando el Puente Viejo, embellecido hasta lo inefable en aquella hora. De pronto, él se volvió y miró hacia el otro lado (no supo por qué lo hizo; luego trataba de explicárselo por el subconsciente deseo de ver los viñedos de Oira a la luz de aquel instante irrepetible). Vio caer a un hombre -tirarse- desde la enorme altura del Viaducto. Antes de llegar al agua, el cuerpo se estrelló contra la proa de uno de los pilares."
Julio López Cid. El Río. Duen de Bux, Ourense, 2008. Pág.113-114
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