lunes, 31 de diciembre de 2018

Juan Antonio Saco e Arce I


Juan Saco Maureso. "Don Juan Antonio Saco y Arce. Vida y Obras". En Gramática Gallega por D. Juan A. Saco y Arce. (Presbítero. Catedrático en el Instituto de 2ª Enseñanza de Orense). 2ª edición. Gráficas Tanco. Orense (José Antonio-20), 1967.


Casa do Saco. Outeiro-Alongos (Toén). Lugar de nacemento de Juan A. Saco e Arce

domingo, 30 de diciembre de 2018

Gramática Gallega

No ano 2018 cúmprense 150 anos da publicación da primeira Gramática Galega publicada polo ourensán Juan A. Saco e Arce.



Gramática Gallega por D. Juan A. Saco y Arce. (Presbítero. Catedrático en el Instituto de 2ª Enseñanza de Orense). Ed. Soto Freire. Lugo. 1868.

sábado, 29 de diciembre de 2018

El Poeta Halley

Acojo en mi hogar
Palabras que he encontrado abandonadas en mi palabrera
Examino cada jaula y allí
Ladrando vocales y consonantes
Encuentro sucios verbos
Que lloran después de ser abandonados
Por un sujeto que un día fue su amo
Y de tan creído que era
Prescindió del predicado
Esta misma semana
Han encontrado a un par de adjetivos trastornados
A tres adverbios muertos de frío
Y a otros tantos de la raza pronombre
Que sueñan en sus jaulas
Con ser la sombra de un niño

viernes, 28 de diciembre de 2018

Por el largo pasillo

"Comenzó la cantinela de corrido: "El Miño nace en Fuente Miña, provincia de Lugo, pasa por Lugo, Orense..." (...)

  Se fue pisando fuerte, marcado, por el largo pasillo. Resonaban las pisadas acompasando la cantinela: "El Miño... nace-en Fuente... Miña... provinica... de-Lugo... pasa... por-Lugo... Orense......................". "

Julio López Cid. El Río. Duen de Bux, Ourense,  2008. Pág.116-118

jueves, 27 de diciembre de 2018

Terriblemente hermosa

"He visto caer a un hombre desde lo alto del Viaducto y estrellarse contra el pétreo pilar antes de llegar al agua. Ha sido una caída espectacular, terriblemente hermosa. Casi lo he envidiado, he llegado a pensar que yo podría, debería ser aquel hombre, aquella para mí tan precisa sombra. Porque nadie lo ha visto, nadie se ha apercibido; ni un grito ni un estremecimiento, ¡nada...!".

Julio López Cid. El Río. Duen de Bux, Ourense,  2008. Pág.115

miércoles, 26 de diciembre de 2018

En aquella hora

"Estaban mirando el Puente Viejo, embellecido hasta lo inefable en aquella hora. De pronto, él se volvió y miró hacia el otro lado (no supo por qué lo hizo; luego trataba de explicárselo por el subconsciente deseo de ver los viñedos de Oira a la luz de aquel instante irrepetible). Vio caer a un hombre -tirarse- desde la enorme altura del Viaducto. Antes de llegar al agua, el cuerpo se estrelló contra la proa de uno de los pilares."

Julio López Cid. El Río. Duen de Bux, Ourense,  2008. Pág.113-114

martes, 25 de diciembre de 2018

Apenas unos instantes

"Salió hacia el río (piensa que es una costumbre que le ha quedado, cual animal querencia, del remoto amor adolescente). Por el camino se encontró con dos viejos amigos. Se fueron los tres por la carretera de Oira y llegaron hasta cerca del pueblo. (...) Al regreso se detuvieron un rato en el Puente Nuevo. El sol, ya en el ocaso, se dejó ver apenas unos instantes..."

Julio López Cid. El Río. Duen de Bux, Ourense,  2008. Pág.113

lunes, 24 de diciembre de 2018

El día de Nochebuena

"El día de Nochebuena, poco antes de la hora convenida para la cena familiar, salió de casa con el pretexto de recoger unos apuntes en casa de un amigo, allí muy cerca.

  Se encaminó sin vacilación alguna hacia el río. Había niebla, una niebla densa, blanda, como algodón, que ponía en los labios un sabor ligeramente agrio; en las calles, las luces de las farolas componían pequeños ámbitos esféricos, como globos macilentos; casi no se distinguían las escasas personas que pasaban apresuradas, con las que él -sin duda- se cruzó.

 (En noches así, en las proximidades del río la niebla se espesa hasta tal punto que se tiene la impresión de vagar por una atmósfera irreal, una suerte de caos primordial, al margen del espacio, del tiempo...)

  Tal vez iba pensando que aquello era lo suyo, que al cabo regresaba al regazo materno de los cuentos; acaso, en el momento de arrojarse desde el Puente Nuevo, su conciencia no estaba ya en la circunstancia inmediata; traspuesto el umbral, aventurado con pasión el primer paso, se adentraba ya en la entraña insondable del misterio.

(...) escribió con letra firme: "Sólo quiero descansar de vivir".

....................................................................................................................................................................................porque la niebla es un reclamo del río, una apremiante llamada que sólo algunos -muy pocos- son capaces de comprender, incapaces de desoír..."

Julio López Cid. El Río. Duen de Bux, Ourense,  2008. Pág.111

domingo, 23 de diciembre de 2018

Niebla / A modo de oración

NIEBLA

La niebla es cosa nuestra:
de la inmensa ternura,
de niños presurosos al salir del colegio,
de apretados hogares:
el brasero, la camilla, los sueños,
escribir con un dedo
tu nombre en los cristales... (...)

A MODO DE ORACIÓN

Te hablo a Ti, viejo Dios
en quien apenas creo,
en quien apenas puedo
creer...
Llega la Navidad.
Cada año recuerdo
las viejas Navidades,
su nevada ternura, su rocío
purísimo, su paz...
ya sólo imágenes, metáforas. (...)

Julio López Cid. El Río. Duen de Bux, Ourense,  2008. Pág.108-109

sábado, 22 de diciembre de 2018

El más extraño y comentado

"El más extraño y comentado de cuantos suicidios tuvieron lugar en la ciudad fue el de un estudiante de veinticuatro años, alumno de la Facultad de Filosofía de Santiago, ya en el último curso de carrera; buen estudiante, inteligente, con fama de buen poeta, aunque pocos conocían sus poemas; tenía novia y parecía estar muy enamorado. (...)

  Su muerte fue una sorpresa para todos, incluso para los compañeros de curso, por más que durante el mes anterior a Navidad había dicho repetidas veces que el día de Nochebuena les daría una gran sorpresa; "¡Ya veréis!, vais a conocer el hondón de mis entrañas", y hacía con la mano un expresivo cuenco."

Julio López Cid. El Río. Duen de Bux, Ourense,  2008. Pág.107-108

viernes, 21 de diciembre de 2018

Amplias, beatíficas faldas

"El caso fue que una tarde cogió, como todas, su pequeña silla (la que le servía en las iglesias de reclinatorio) y, en vez de encaminarse al rosario, como cada día, se fue desde el Parque de San Lázaro, carretera abajo, hasta el Puente Nuevo. Allí, colocó la silla junto a la barandilla, se encaramó y, alcanzado que hubo la necesaria estatura, se dobló por la cintura, como si fuese a contemplar el agua, y se tiró de cabeza al río. Quiso la veleidosa fortuna que campanease en el aire y que sus amplias, beatíficas faldas se abriesen como un paracaídas retardando el descenso, amortiguando la caída sobre el agua, en la que quedó flotando unos momento, no lejos de la orilla y con tan buena suerte que un fortuito pescador tuvo tiempo de echarse al agua y llegar hasta ella cuando estaba empezando a hundirse.

  La atendieron en una casa de la ribera. No tenía más que un susto morrocotudo, y una de las primeras cosas que dijo al irse recobrando fue: "¡La silla!, ¡está en el puente!"."

Julio López Cid. El Río. Duen de Bux, Ourense,  2008. Pág.106

El Puente Nuevo (ou Ponte Nova) de Ourense, inaugurado en 1918, cumple este año que termina su primer siglo de existencia.

jueves, 20 de diciembre de 2018

Al vacío

"Había en la ciudad dos suicidas frustrados. (...)

  Fue durante uno de estos últimos cuando, un aciago día, al ir a llevar una maleta a la estación, al cruzar por el Puente Viejo, tuvo que hacerse a un lado para dejar paso a un camión, refugiándose en uno de los burladeros donde tenía puesto fijo un aciago mendigo al que le faltaban dos piernas. (...) Luego, tras tirar la maleta al río, registrarse los bolsillos y darle todo lo que en ellos llevaba (unas quince pesetas), apoyó sus manos en la barandilla y, de un salto, se arrojó al vacío. (...)

  Lo encontraron enseguida, pues había caído muy cerca de la orilla sobre un lecho de roca donde apenas hay metro y medio de hondura, e instintivamente se había agarrado a una peña inmediata."

Julio López Cid. El Río. Duen de Bux, Ourense,  2008. Pág.104-105

miércoles, 19 de diciembre de 2018

Los puentes y la niebla

"Los puentes tentaban a los presuntos suicidas; los puentes y la niebla con su caótica apariencia. ¡Cuántas veces, en las noches nebulosas, a su paso por los puentes, los apasionados adolescentes, ávidos siempre de sensaciones nuevas, escuchaban su llamada secreta, tentadora...! (...)

 [se mete decidido en el agua; se va adentrando (en aquella parte, entre los dos puentes, el Nuevo y el Viejo, hay poca profundidad e incluso en invierno es posible llegar hasta casi el medio del río sin perder pie); el agua tira de él, lo hace vacilar; cae y aún trata de levantarse, de mantenerse, chapoteando a la desesperada, queriendo volverse atrás (oían sus gritos inarticulados, terribles), pero la corriente lo arrastra...].".

Julio López Cid. El Río. Duen de Bux, Ourense,  2008. Pág. 103-104

martes, 18 de diciembre de 2018

Seducida

"-¿Se ahogó?

 -Sí, se tiró del Puente Viejo. La vieron unos niños que salían de los Salesianos. Avisaron enseguida y bajaron unos hombres hasta la orilla pero ya no pudieron hacer nada.

  -¡Pobre desgraciada!, ¡Dios le haya perdonado!

  Era una criada de servir de diecisiete años; había sido seducida por un señorito e iba a tener un hijo.

  Al día siguiente afloró el cadáver junto al cercano pueblo de Reza. Los chiquillos que la habían visto tirarse del puente fueron hasta allá para presenciar el levantamiento del cadáver."

Julio López Cid. El Río. Duen de Bux, Ourense,  2008. Pág. 103.

lunes, 17 de diciembre de 2018

La niebla

"Cuando esto ocurre varios días seguidos (...) a partir del segundo, al llegar la noche, su espesura es tal que la visibilidad se hace nula. La gente suele decir que "no se ve un burro a dos pasos"; algunos, los más pretenciosos, se atreven a sentenciar que "Orense parece Londres".

 En la niebla se desdibujan los perfiles, los rígidos, contumaces perfiles de las cosas; se emborronan, se difuminan sus límites, confundiéndose en un todo informe, amalgamado, maleable como masa, propicio ya a a la disolución, a la fluidez... Porque la niebla es un presente sutilísimo, un com místico anhelo del agua por anegarlo todo, por aliviar con sus manos piadosas las aristas, los filos, los heridos contornos de la ciudad."

Julio López Cid. El Río. Duen de Bux, Ourense,  2008. Pág.102

domingo, 16 de diciembre de 2018

Con su húmedo aliento

"La ciudad, constreñida por la angostura del valle, crece como dios le da a entender, mejor dicho, como los intereses privados le imponen, sin orden ni concierto, sin ton ni son; sólo hacia el Sur, aprovechando el respiro que la naturaleza le concede, se estira cuanto puede huyendo del río. Pero el río no la deja: la persigue. La niebla emerge de sus aguas y va ascendiendo como un humo turbio por las riberas, por los desmontes de las afueras, enredándose en los árboles, empapando los campos y el suelo terroso de los caminos arrabaleros, los desparramados desechos... y, pegándose a las paredes de las casas, se va deslizando subrepticiamente por calles, callejones, para aposentarse en las plazas y los jardines, invadiendo la ciudad entera, colándose incluso en el interior de las viviendas, cuyos cristales y espejos empaña con su húmedo aliento..."

Julio López Cid. El Río. Duen de Bux, Ourense,  2008. Pág. 101

sábado, 15 de diciembre de 2018

De tasca en tasca

"El poeta, ya lanzado, se fue a su casa a buscar la guitarra, pidió un taxi y se largó a cenar a Ribadavia, con el perro por supuesto. Cenaron opíparamente (el perro siempre costilletas y aguardiente) y en la sobremesa él cantó los obligados tangos, coreado por los destemplados ladridos del sabueso, que lo miraba con la tristeza propia de la especie, tristeza que el poeta, entre los vapores del vino y sus visionarias inclinaciones, empezaba a metaforizar considerándola ya como propiamente humana. Salieron de allí y continuaron rodando de tasca en tasca."

Julio López Cid. El Río. Duen de Bux, Ourense,  2008. Pág.98.

viernes, 14 de diciembre de 2018

Cacéi unha lavandeira

"Fue la única vez que lo oyeron blasfemar. (La injusta compensación no llegó hasta dos días después, con una pulpada sensacional, en la que Casinó, ya como si nada hubiese pasado, despachó para sus insaciables adentros un caldero íntegro de pulpo en la Feria del Veintiuno).

  (...) Durante una larga temporada frecuentaron una tasca de las afueras, en el Campo de Mende, a orillas del Loña. La patrona había traído de una aldea en la raya de Portugal a una sobrina quinceañera que les llevaba los ojos a todos. La chiquilla era de una gracia y belleza poco comunes.

   (...) Por esta su lavanderil inclinación, solían cantarle una copla popular que le venía como anillo al dedo:

Paséi a Ponte da Loña,
paseina dunha carreira,
tireille un tiro a unha levre,
cacéi unha lavandeira."

Julio López Cid. El Río. Duen de Bux, Ourense,  2008. Pág.88-90-92

jueves, 13 de diciembre de 2018

¡Déjala correr, déjala correr...!

"Todos los años, el día de Santiago, coincidiendo con la fiesta patronal de uno de los barrios extremos, celebraban una comida extraordinaria que llamaban "la patronal", cabe suponer que en honor al santo, y que constituía un modelo en su género. Era una merienda-cena y el lugar del rito, un campo a la orilla del Miño, enfrente al de la fiesta del barrio. Antes de empezar a comer, con la ronda inicial de tinto, hacían un brindis que realizaban con litúrgica solemnidad. El más veterano alzaba su jarra y, mirando al cielo, exclamaba: "¡Dios es bueno! y ¿el vino...?", interrogación que todos coreaban acompasadamente: "Los vinos, todos buenos..." y, mirando hacia el río, "...el agua -que jamás has de beber- ¡déjala correr, déjala correr...!"."

Julio López Cid. El Río. Duen de Bux, Ourense,  2008. Pág.85

miércoles, 12 de diciembre de 2018

Lo dorado existe

"La tradición, sin base histórica fiable, atribuye al Miño una considerable riqueza aurífera en épocas remotas, de la que se derivarían los nombres de la ciudad y del vecino pueblo de Oira. Sin quitar ni poner rey, sea como fuere, lo dorado existe, más o menos simbólicamente, en el color de los vinos, que, si no constituyen una extraordinaria riqueza, contribuyen al modesto bienvivir de algunos cosecheros y, sobre todo, a razonar el exquisito humor de que gozan fama los habitantes de la ciudad."

Julio López Cid. El Río. Duen de Bux, Ourense,  2008. Pág.83

martes, 11 de diciembre de 2018

Cuando avistaban la ciudad...

"Se echaron a andar. Cantaban de nuevo: "Era una mañana / toda de cristal / Yo soñé embarcarme / rumbo al ideal..." Cuando avistaban la ciudad, empezó a lloviznar. El contacto de la lluvia los estimula. Se engolan las voces: "...rumbo hacia la playa / dorada y serena...". (Habían venido siguiendo el curso de un riachuelo; sólo entonces se dieron cuenta de que era un subafluente del Miño: el Sila, afluente del Barbaña).

***

 Años después, los paseos por la Carretera de Oira eran lentos, melancólicos... ya los viejos sueños los abrumaban como un inútil fardo apegado a sus espaldas."

Julio López Cid. El Río. Duen de Bux, Ourense,  2008. Pág.81

lunes, 10 de diciembre de 2018

Ningures

"La ida a "Ningures" constituyó una especie de segunda salida de don Quijote. Fue en el otoño del año siguiente al de la marcha del amigo. (...)

  -Pero, ínclitos amigos, ¡por todos los dioses grecolatinos!, ¡sois la leche! Para esto nos hemos pasado todo el puñetero día hablando de poesía y verdad, para que ahora me vengáis con que no sabemos el nombre del pueblo y que vamos a preguntarlo... ¡supina ignorancia, caros míos!, ¡mentecatez insigne!, ¡vamos a preguntar...¿qué?! ¡qué pueblo ni qué carallos! No estuvimos en ningún pueblo; no estuvimos en ninguna parte, porque a ninguna parte íbamos; estuvimos en... ninguna parte, en ningures; eso, en Ningures. (...)

  -¡Por Ningures y su poética verdad, denodada, esforzadamente perseguida a través de la noche, presentida en el misterio de las sombras, milagrosamente revelada en... una mañana toda de cristal!"

  Julio López Cid. El Río. Duen de Bux, Ourense,  2008. Pág.68-79-80

domingo, 9 de diciembre de 2018

Prescripto y proscripto

"Se reían a más no poder. Desayunaron y se dispusieron a salir con el vago propósito de llegar hasta Augas Santas. Se despidieron cordialmente del huésped, que les cobró una miseria, y se echaron a andar. Cantaban, con un aire de marcha del Frente de Juventudes, un viejo poema, ya prescripto y proscripto: 

Era una mañana
 toda de cristal (...)

No tuvieron que andar más que un kilómetro. Junto a la fuente, comieron y se quedaron toda la tarde, hablando, hablando incansablemente de todo lo habido y por haber (ya no se acordaban ni por asomo de Santa Mariña de Augas Santas)."

Julio López Cid. El Río. Duen de Bux, Ourense,  2008. Pág.75-76

sábado, 8 de diciembre de 2018

De peregrinación a Augas Santas

"Entraron en el pueblo. Olía a estrume y a humedad. El paisano llamó en una casa palmeando fuerte sobre la puerta: "¡Camilo, son eu!" y pidió posada para unos amigos que iban "de peregrinación a Augas Santas" (era lo convenido para no despertar sospechas, pues al día siguiente había fiesta en Santa Mariña). No tenían sitio, ni tampoco en las dos casas siguientes, pero en la última los dirigieron a otra donde era casi seguro que los atenderían."

Julio López Cid. El Río. Duen de Bux, Ourense,  2008. Pág.72

viernes, 7 de diciembre de 2018

"Ya empieza a quedarse"

"El día de la marcha fueron todos a la estación. De regreso, al paso por el Puente Nuevo, entre los atropellados comentarios con que trataban de enmascarar la emoción, alguien repitió una de las frases "sacramentales" del ausente: "¡Que no seas cabezota, hombre, que no seas bestia...!", y otro comentó: "Ya se fue. Se acabó". El poeta de "Finisterre", cual si el comentario se espejara en el remanso de la metáfora, sentenció: "Ya empieza a quedarse"."

Julio López Cid. El Río. Duen de Bux, Ourense,  2008. Pág.67-68

jueves, 6 de diciembre de 2018

Efemérides célticas na cova

"Con el último verso, de acuerdo con el poeta, el dibujante con todas sus fuerzas voceó un aturuxo. El salvaje alarido se batió contra las paredes húmedas de la cueva, recio, desgarrado, cual símbolo donde se confundiesen el dolor y la fuerza cruel -verdadera- que desgajaba al amigo del entrañable grupo de los "Silenciosos". (El poema, publicado poco después en un periódico compostelano, lleva la dedicatoria: "Pra vós, en lembranza de efemérides célticas na cova do Refuxo")."

Julio López Cid. El Río. Duen de Bux, Ourense,  2008. Pág.67

miércoles, 5 de diciembre de 2018

Aquel silencio

"Después, se fueron al "Refugio" para una última reunión de los "Silenciosos", con el firme propósito de no volver a poner los pies allí. Brindaron con el clásico tinto, chocando las tazas, sin decir una sola palabra. Se miraban a hurtadillas, emocionados. Nadie se atrevía a romper aquel silencio, el último común, el más hondo, el más entrañable de cuantos habían convivido. Fue el futuro religioso quien se creyó en la obligación de hacerlo y, con voz velada por la emoción, dijo: "¡A ver, los poemas!".

Julio López Cid. El Río. Duen de Bux, Ourense,  2008. Pág.65

martes, 4 de diciembre de 2018

Vivero de cenobios

"Iban pendientes de localizar el Monasterio de San Esteban de Ribas de Sil, materialmente colgado en uno de los más altos picachos; hacían comentarios sobre la Ribera Sagrada, vivero de cenobios en el remoto y sugestivo medioevo; se encandilaban en un ingenuo ideal de ascesis...

  De aquel viaje -de los cursillos de Acción Católica y de los Ejercicios Espirituales que hicieron poco después- surgió la vocación religiosa de uno de ellos."

Julio López Cid. El Río. Duen de Bux, Ourense,  2008. Pág.63

lunes, 3 de diciembre de 2018

Lugares frecuentados

"Hicieron un viaje a La Coruña, a unos cursillos de Acción Católica. La vía férrea sigue el curso del Miño hasta Los Peares; allí, lo cruza para continuar por la orilla del Sil. Iban tres del grupo. No se cansaban de mirar el paisaje. Reconocían los lugares frecuentados en sus paseos. !¡Mira! ¡Allí! ¡Ahora...!". (...)

  Pasaron el viaducto de Los Peares y se adentraron en la cuenca del Sil."

Julio López Cid. El Río. Duen de Bux, Ourense,  2008. Pág.62-63

domingo, 2 de diciembre de 2018

Las primicias de la reciente vendimia

"Aquel atardecer de comienzos de otoño, desde los picachos de la cañada del Loña, era de una extraordinaria belleza. Habían ido a hacer un "magosto" (el pagano ritual del otoño incorporado por el Cristianismo como una fiesta religiosa más, cobijándola en el santoral al abrigo de la generosa capa de San Martín de Tours, patrono de la diócesis; en torno a las hogueras campesinas, a pleno aire, mientras se van asando las primeras castañas, se catan las primicias de la reciente vendimia, el vino nuevo, al socaire de cuya euforia se viven las iniciales experiencias dionisíacas: quien más, quien menos, todo el mundo se emborracha."

Julio López Cid. El Río. Duen de Bux, Ourense,  2008. Pág.58-59

sábado, 1 de diciembre de 2018

Unha anécdota de Blanco Amor

Como acaba de haber unhas xornadas sobre Blanco Amor e está de moda por “A esmorga”, voulles contar unha anécdota persoal. Digamos que eu era rapaz e non existía case nada de cousas que hai hoxe. Digamos que era 1978. Ou sería 1979? Non había gobernos democráticos nos concellos, nin galego no ensino, nin farrapo de gaitas deste mundo moderno democrático e autonómico. Eu, cos meus dezaoito anos, andaba enredado cunha “Comisión cidadá polas letras galegas” que organizara varias cousas: un concerto no salón dos Salesianos, outro infantil con Suso Vaamonde na Praza da Magdalena, un Manifesto e uns programas de radio. Eramos xente que non militaba no nacionalismo dominante senón na sopa de siglas que había daquela. Ou en nada. Por iso compartíamos ilusións. E na radio o trato era sinxelo: nós faciamos todo e eles prestábannos unhas horas de ondas ao redor do 17 de maio. A min, por estas afeccións, cadroume facer unha serie de entrevistas, xunto con Nacho López-Cid: a Celso Emilio Ferreiro no Hotel Padre Feijoo, a Ramón Piñeiro na Casa de Chocolate e, en cadansúa casa, a Xoaquín Lorenzo e Eduardo Blanco Amor. E non o día da entrevista senón outro que por alá volvín, don Eduardo contoume unha estoria que lle pasara cando volvera a Ourense, desde América, en 1965. Velaquí está.