Miño

Gastou a coor o río

                                                                          fouce a segar a lúa

                                                                         e a paisaxe.

                                                                         Ourense é afiador.

a

                                                                            d        d

                                                                        o                e

                                                                   R

                                                                        P                  a

                                                                             e        r

d

                                                                       O Miño afía o azul

                                                                       e sigue a viaxe.

Euxenio Montes, Versos a tres cás o neto, A Coruña, Ed. Nós, 1930

(Extraído do libro: Ourense, craro río, verde val; escolma de Marcos Valcárcel

Concello de Ourense, marzo 2001, páx. 36)

Versos de Otero Pedrayo

Ourense, craro río, verde val,

Leda vendima, céltigos outeiros,

Xardís fidalgos, eido petruceal,

Soar de piñeiros.

Erbedelo sombrizo, outa Sta. Mariña,, 

Cudeiro asoellado, a Loña lavandeira, 

Canedo traficante, Seixalbo boa viña,

Coto, e ribeira.

Boa raza, conteste, agasalleira,

Razón seréa, na paseón, laural,

Intelixenza de Feixóo, senlleira.

Verso de Carvaxal..

Xentil mañá das ruas! Latexar

Da estrela da serán no ceo malva.

Deitar de fontes no ensoño luar,

Toque da alba!

Pelouriño, as Mercedes, a Barreira, 

Prazas do Ferro, a Maor, e do Torrón,

Cruz do Pantrigo, Porta da Eira

Vella canceón!

Santo Cristo na capela dourada,

Veu do mar consoarnos da dór,

Cántalle o reiseñor deica a luzada

Cristo d´amor.

Ponte román, lei, latino

Anel das bodas do Miño

Iris de pedra o arco fino

Camiño!

A Burga, materna lareira

Quenta o esprito cibdadán,

Néboa ardiente, tecedeira

De ensoño levián.

Ourense, ouro. Corazón

Espranza, bondade, tesouro

De amor, agarimo, canción

Ourense, ouro!

Ramón Otero Pedrayo

(apareceron nun programa das festas do Corpus en xuño de 1932)

(Extraído do libro: Ourense, craro río, verde val; escolma de Marcos Valcárcel

Concello de Ourense, marzo 2001, páx. 38)

La camada de Obdulia

Solo en extrañas ciudades como esta puede existir una camada así: “los niños de Obdulia”.

¡Ah, Obdulia! Una leyenda, tuvo todos los hijos del mundo.

Te preguntarás qué es un “obduliano”. Sitúate en los 60; el obispo Temiño controla con sus ojos castellanos la ciudad y tolera la movida de la calle Villar: “Hay que darle un respiro al ourensano”.

El barrio chino echa humo, la explanada llena de coches con matriculas de Centroeuropa; en los bares aceptan francos y marcos y te hacen el cambio tal un banco.

Los emigrantes bajan de vacaciones, corre el dinero a tumba abierta; en las gramolas suenan las rumbas. La calle Villar es el mejor barrio de todo el noroeste.

Los ‘obdulianos’ hacen recados a los chulos, llevan mensajes secretos de los clientes y platos de comida del cercano Bar Pérez. Alguno controla las veces que sube su chica a ‘ocuparse’; el macarra desconfía. Claro, esto último se lo tenía prohibido Obdulia y les castigaba a rezar.

Eran tiempos en que las prostitutas tenían hijos que no podían cuidar. Tener un hijo de soltera era un estigma.

“Me llamo José Antonio; tengo 53 años y me crie en el barrio, justo en la calle Cervantes. Tuve tres hermanos de sangre y otros diecinueve de convivencia, a los que quise mucho. Mi progenitora, como muchas prostitutas, me entregó a la señora Obdulia, que fue mi verdadera madre hasta el 85, en que falleció. Allí me crie. Todos éramos hijos de prostitutas, un trasiego; créeme, fue un tiempo muy feliz. Dormíamos de tres en tres, comíamos por turnos y, por supuesto, íbamos todos a los colegios cercanos del Posío. Una santa”.

En una vieja entrevista, cuenta el periodista Alvarez Alonso cuando visitó a los niños de Obdulia: “Entro en una casa vieja, muy vieja, las escaleras crujen, te expones a meter un pie en un agujero. En el último piso viven la señora y los suyos. Todo es muy limpio, ordenado, los niños van llegando. Dicen: ‘Hola mamá’, y se ponen a hacer sus deberes. Uno de ellos se concentra en dibujar”. El periodista queda pasmado del orden, las camas de hierro en donde duermen, la comida por turnos y el calor humano que cubre el hogar.

Tengo a mi lado a aquel niño que dibujaba, José Antonio: “Fui muy amigo de Quessada; de vez en cuando me daba un cuadro para que me buscase la vida, me empujó a hacerme pintor. Todos los ‘artistiñas’ fueron mis amigos”.

Le pregunto por su vida: “Corrí mundo, viví en la Ibiza de los buenos tiempos; me da algo de vergüenza, pero ejercí de gigoló, tal vez por el recuerdo de mi barrio. Los chulos tienen muy mala fama, pero yo jamás presencié violencia con sus chicas. Alguna vez brilló la navaja albaceteña, pero se respetaban y mantenían el orden en la calle”.

José Antonio sonríe: “Siempre nos recogíamos pronto. Una tarde había mucho nerviosismo en el barrio, enseguida nuestra madre nos buscó. Después supe que alguien importante había muerto en los brazos de su mujer favorita”.

(“La noche en que murió Obdulia, nos pusimos todos en fila, nos despidió de uno en uno. A mí me dijo: ‘Sé bueniño, y algo más que guardo para mi’. Los ‘obdulianos’ andamos esparcidos por el mundo, incluso salió un buen futbolista ourensano.”

José Antonio me hace un guiño: ‘Escribe que el que quiera ver mis pinturas se pase por la c/ Xoan Novoa nº 6”.

Jaime Noguerol, edición digital de La Región  11/5/2014

Una relectura: La Parranda

Escrito por  Juan Pizarro. en el FaroDigital.es 

7/9/2014 

Orensano  de 1897, Eduardo Blanco Amor es uno de los más conspicuos narradores de las literaturas gallega y castellana del pasado siglo; y, concretamente, La parranda, la obra que me dispongo a comentar, según Anxo Tarrío Varela, “uno de los textos narrativos  más interesantes de la literatura europea”.

Publicada originalmente en gallego, en Buenos Aires,  en 1959 (A esmorga), la novela fue traducida al castellano por su autor tres años después: Tarrío, en su Literatura gallega, afirma que esta autoversión fue llevada a cabo “en condiciones de premura económica”, lo que, según el crítico, hizo que en ella no se vertieran cabalmente las virtudes del original. Algo que nosotros –aunque el texto castellano nos parezca literariamente inmejorable-, desconocedores del texto primigenio, no podemos confirmar.

Allá en las tierras de Larouco

"Mama había enfermado seriamente. Por consejo terminante de los médicos se había ido a pasar una temporada, sin determinación de plazo, a casa de la prima Dosinda, una soltera rica, de la rama de los Andrade, que vivía en una gran casa de labor, allá en las tierras de Larouco, en el paisaje austero y grandioso de la cuenca del Bibey, donde la soledad y la lejanía del mundo son casi perfectas. En la correspondencia que entablamos yo la animaba a quedarse el tiempo que fuese necesario y le pintaba mi vida con los colores más felices."

Eduardo Blanco-Amor, La catedral y el niño, ed. Galaxia, Vigo 1997, páx.243

Lembranza de Grixoa, onde Blanco-Amor pasou uns meses de neno, na casa dunha tía.

Auriavella

Aínda que non se trata dun texto literario, senón dunha entrada dun blog, que trata sobre a novela capital da literatura auriense, A esmorga, dámoslle cabida a este novo nome que designa a cidade das Burgas, ampliando o toponimo por excelencia: Auriavella.

"Es de nuestro parecer el acierto, parcial, del director Gonzalo Suárez en la ambientación de esta película. Como buen asturiano, aprovechó para rendirle un cumplido homenaje a su tierra natal empleando escenarios naturales de Oviedo, Llanes y Mieres, con imágenes de los altos hornos (donde supuestamente trabajaría el personaje de Cibrán) y de las montañas y los bosques carboníferos. Sin embargo, pienso que hubiera estado más acertado si hubiera preferido las localizaciones de las viejas callejas y caserones de la vieja Auriavella...

Siguiendo con la jarana, y después de dormitar un rato cobijados cerca de As Burgas, las afamadas termas y fuentes de agua caliente de Ourense, los tres compinches se dirigen a la casa de los Andrada, una familia aristocrática afincada en la vieja Auriavella, donde al parecer vive cautiva una dama

Como en los lupanares de Storyville (Nueva Orleans), en los de Auriavella también se tocaba música y se bailaba al son de sus festivos compases..."

Fragmento de :"Del alcoholismo y otras enfermedades en A Esmorga/A Parranda", el 23 de junio de 2009, en el blog "Medycine":  "medicina y cine"

Dr. Alveiros, personaxe de Risco, é o seu nome de perfil. Pouco máis podemos engadir.

Festas minervais

"Ao longo dos séculos XVI e XVII celebráronse ao longo de toda España diferentes certames literarios que contaron, en ocasións, coa asistencia dos mellores escritores do momento: Lope de Vega, Góngora... Xa anotamos que, diante de semellante circunstancia, apenas temos noticia dunha certa vida intelectural en Galiza. En todo caso, coñecemos que Santiago de Compostela chegou a organizar festas literarias -alén das de 1697- en 1662 e, xa no setecentos, en 1713; da súa parte, Ourense contemplou unha celebración semellante por volta de 1713. Infelizmente, non conservamos nin o nome dos autores nin, moito menos, os textos presentados nos mencionados sucesos e/ou noutros que se puidesen conformar."

 Ramón Pena, Xosé. Historia da literatura galega I (Das orixes a 1853), ed. Xerais, Vigo, 2013, páx. 382

"Un cabecilla" de Valle-Inclán

"El guerrillero volvió a pasarse la mano por los ojos, luego descolgó el cinto el clásico rosario de  cuentas de madera, con engaste de alambrillo dorado, y diósela a la vieja, que lo recibió sollozando. Aseguróse mejor sobre el bardal, y murmuró austero:
-Está bendito por el señor obispo de Orense, con indulgencia para la hora de la muerte."

                       Fragmento del relato "Un cabecilla" de Jardín Umbrío
                         pág. 243  Obra completa, I Prosa, de Ramón del Valle-Inclán

Un xurafás

" Subiulle un lixeiro roibén ás meixelas.

  -Pregúnteme algo do catecismo.

 Pareceu gratamente sorprendido pola súbita conversión dun xurafás.

  -¿O quinto mandamento?

  -Hai anos que o seu antecesor me fixo esa pregunta na confirmación. Como era tan fácil, pediume un exemplo. Puxen por caso ó pecador que sabe dunha ponte falsa, a piques de caer, e, sen embargo, pasa arriscando alegremente a súa vida. Agora mesmo, estou pensando que ponte coller para chegar á miña casa do Ribeiriño. Traio un peso na conciencia. Un desliz cunha veciña do Castro. ¿Vostede cre que aguantará a Ponte Romana con esa carga?"

Bieito Iglesias, "A cruz de prata" en  miss Ourense, ed. Galaxia, Vigo, 1994, páx.113

As fulipas da sotana

"Xa era a noitiña cando cheguei ó Pazo Episcopal. Recibiume un secretario coa sotana chea de caspa.

  -Non se pode molestar á súa Ilustrísima. Retirouse xa ós seus apousentos.

  -Si, fíxoseme algo tarde. Polo que se ve chegaron as primeiras neves e eu sen decatarme.

  O secretario mirou o calendario da parede e non ás fulipas da sotana. Convencinme de que non era pública agradecido para os chistes, de modo que fun ó gran.

  -Véñolle falar dos crimes do Castro da Pavana. Quizais lle interese coñecer os detalles, antes de que se publiquen no Caso."

Bieito Iglesias, "A cruz de prata" en  miss Ourense, ed. Galaxia, Vigo, 1994, páx.111-112

A cisma

" A primeira cousa, ó chegar a Ourense, foi unha visita á perrera. Ensináronme unha camada de cans esfameados. Eran barrigas inchadas sobre unhas pernas tortas, que a penas os sotiñan en pé. Apañei o cachorro máis agudo, aquel que se distraía mordendo ós irmáns, en lugar de laiarse pola sequía das tetas maternas. Despois merquei nunha confiteiría un surtido de pasteis e subín a Toén. Expliqueime cos doutores e, sobre todo, co sancristán. Tiven que repetirlle a historia dúas veces, para quitarlle da cabeza a cisma."

Bieito Iglesias, "A cruz de prata" en  miss Ourense, ed. Galaxia, Vigo, 1994, páx.111

Gafando todos os acios

" Desabotei a camisa e chimpei a cruz enriba da mesa. O vicario mirouna con curiosidade, sen deixar de picar nas uvas. Non comía un cangallo, non, peteiraba no fruteiro gafando todos os acios.

  -Chegou tarde, señor abade. Aquí o vicario, se non lle é molestia, devolerá esa xoia á Igrexa. Tamén me fará o favor de avisar ó cuartelillo, para que veñan levantar o cadáver do pozo. De paso poden apuntarse o tanto de entregar os asasinos en Ourense.

  O crego cambiou de trincheira nun dicir amén. Destapou a botella de guindas e alongoume unha copa. Servicial coma un limpiabotas."

Bieito Iglesias, "A cruz de prata" en  miss Ourense, ed. Galaxia, Vigo, 1994, páx.109-110

Estarricouse e bocexou

"O Mudo ergueu a vista cara a min, intentando captar algún aceno de incomodo. Como eu lle alongase un zanco de polo, tranquilizouse e seguiu movendo os padaos con furia. Deixeino no comedor e fun despertar ó Vitiño.

  -O papá volve mañá o máis tardar. E se cadra tráeche algo de Ourense.

  Estarricouse e bocexou. Despois rillou as sopas que lles trouxo a nai. Non me cría. Os sucesos tremendos das últimas horas enchérano de desconfianza."

Bieito Iglesias, "A cruz de prata" en  miss Ourense, ed. Galaxia, Vigo, 1994, páx.106

Zalapastro

" -Hai razón, don Edelmiro. Despreocúpese, que xa rendarei un informe completo no Pazo Episcopal. A última vez que falei cun bispo foi na confirmación. Antes de untarme os óleos na fronte, preguntoume o catecismo. O quinto mandamento, acórdome ben. A resposta era breve. Agora teño moito máis de que falar. Só cos líos de saias podo darlle á lingua un día enteiro. No tocante ó ladrón e criminal, xa que o menciona, non creo que campe moito. Se é o que estaba na cova do adro, pareceume máis ben un zalapastro. Vese que non se esmeraron ó empanalo."

Bieito Iglesias, "A cruz de prata" en  miss Ourense, ed. Galaxia, Vigo, 1994, páx.103

Ventar a víbora

"Un paisano precisa dunha alarma para, por exemplo, ventar a víbora que se enrosca no tapón dun tanque de rega. Na cidade, eses instintos consérvanos os policías e ladróns, as ratas e demais criaturas espantadizas. (...)

  -Dixeches que a gardabas ti, e agora vésme con que non sabes onde a metiches.

  -Entaleina nun furado da parede, don Edelmiro, e tapeino cunha pedra. ¿Quen puido dar con ela, se non me viu ninguén? Nin que fora o demo.

  -O demo arrenégase, pero se dá con ela o policía, facémola boa. Chégate ó posto e manda vir os gardas. A ver se me levan a Ourense e falo co bispo. Hai que correlo de aquí como sexa."

Bieito Iglesias, "A cruz de prata" en  miss Ourense, ed. Galaxia, Vigo, 1994, páx.100-101

Unhas pingueiras gordas

"Fuxiu do campo, e eu tras dela. Arrimeina contra un valado e aperteille os torniquetes.

  -Despachou ó compañeiro e quedouse coa cruz e coas esmolas. Cando gaste todo hase acordar do Castro da Pavana: "¡Que cabeza, se dieixei alá dúas mozas a falta dunha!"

  -Volveuno tolo esa cadela. Eu xa non lle servía.

  Caíanlle dos ollos unhas pingueiras gordas, como de tronada."

Bieito Iglesias, "A cruz de prata" en  miss Ourense, ed. Galaxia, Vigo, 1994, páx.99

Coma un virote

" A súa muller, miraba para don Edelmiro, endereitándolle cos ollos chorosos unha súplica. O crego gababa a experiencia dos louqueiros e rezaba. Tiven que agarrar o Vitiño para que non se colgase das pernas do pai, facendo máis dolorosa a partida.

  -O pobre púxose mal da chencha. Uns días en Toén e volve san coma un virote."

Bieito Iglesias, "A cruz de prata" en  miss Ourense, ed. Galaxia, Vigo, 1994, páx.97

Amorío casual

"Funme sen lle dicir quen era. De todos modos habíase saber. O recado axiña andaría pola aldea. Un policía sempre se fai notar, levanta ó pasar murmurios e faladurías. Ademais, o Castro da Pavana non tivera un visitante tan ilustre dende a última incursión do Sacaúntos. Tampouco quixen arruinar a sensación de amorío casual, entre dous descoñecidos. Soñei moitas veces con meadas así. Por exemplo nos trens, onde viaxan mulleres que parecen dispostas a calquera aventura. Despois resulta que, na liteira, nin sequera sacan os zapatos para que non te embales mirándolles os xoanetes.

  (...) Total, catro cadelas dos petos das esmolas e unha cruz de grande valor histórico, a única preciosidade que gardaba a parroquial do Castro."

Bieito Iglesias, "A cruz de prata" en  miss Ourense, ed. Galaxia, Vigo, 1994, páx.95

O brazo de xitano pola cereixa

" -¿Como te chamas?

  -Orosia, para o que sexa de servicio.

  -Eu Gumersindo. Creo que precisamos un nome artístico.

  Non dixo que lle parecía a idea. Empregou a boca a xeito de sacacorchos e enviou un grolo longo, mellor dito, varios grolos que facían ruído de cachón ó pasar pola gorxa. Se cadra estaba na inopia no tocante á vida das artistas. Poida incluso que non soubese nada de Fabiola nin de Soraya. Nas perruquerías de Ourense apréndese esa ciencia, pero o moño de Orosia, feito de calquera maneia, indicaba que tales novidades non chegaran ó Castro da Pavana. Tiña os ollos bonitos, verdes para máis señas. Esta observación ten o seu mérito, porque as meixelas coloradas primeiro, os brazos mateigosos despois e, sobre todo, os peitos rebordantes, obrigaban a baixar a cabeza. Un tipo menos detallista ca min tería prescindido dos ollos sen ningún reparo, pero eu son dos que empeza o brazo de xitano pola cereixa.

  -¿Que, botas unha loita?"

Bieito Iglesias, "A cruz de prata" en  miss Ourense, ed. Galaxia, Vigo, 1994, páx.93

Toupa

"Aínda non contactara coa Benemérita da zona, a pesar de que estaba no Castro da Pavana precisamente para colaborar cos cereixeiros. Agora tería ocasión, pois a parella despediuse do crego e veu cara ós que xantabamos de campo. Traían pratos de madeira coas talladas de pulpo e andaban a gusto, coidando de non verter o aceite no uniforme. Ó pasar por onda a xamona, o que ía diante tropezou e tiroulle a ración encima.

  -Seica non ves por onde andas, toupa -increpouno a muller."

Bieito Iglesias, "A cruz de prata" en  miss Ourense, ed. Galaxia, Vigo, 1994, páx.90-91

Vida sentimental de gata

"Baldreu, canoia, pelico e de aí para riba. Do pouco que puiden oír, abouxado polos foguetes e o  rebumbio xeral, saquei en limpo que a insultada tiña unha vida sentimental de gata, que levantaba un amante debaixo de cada tella. Vestía unha bata de pano basto, levemente recachada por atrás, pero dun longo máis que decente. Sen embargo, fíxome pensar nunha película de destape. Acometía coas tetas e movía as cadeiras con salero, sen privarse tampouco de sazonar as falas con picante. Era a Polaca, a Terremoto e Ira de Fürstemberg, todo o elenco polo mesmo prezo. Do seu discurso encabuxado, desprendíase que a ama do cura se deixaba comer o caldo por calquera que arrimar se arrimase.

  -¡¿Que escándalo é este?! Un respecto para a casa do Señor."

Bieito Iglesias, "A cruz de prata" en  miss Ourense, ed. Galaxia, Vigo, 1994, páx.89

Un coitelo de debaixo da gabardina

"  -(...) Ó que pronunciei unhas palabras torpes, que querían ser tranquilizadoras, respondeume xustificando o incidente con argumentos pouco amables para o Castro da Pavana.

  -Neste lugar imos acabar todos tolos. O ano pasado tivemos a desgracia dun veciño que quixo matar ó bispo. Baixou a Ourense e, na mesma catedral, quitou un coitelo de debaixo da gabardina. Ripáronllo, gracias a Deus, senón facía unha morte. (...)

  -¿Para onde marchou teu pai?

  -Ha de estar no Castiñeiro do Monte. Cando se incomoda vaise para alí."

Bieito Iglesias, "A cruz de prata" en  miss Ourense, ed. Galaxia, Vigo, 1994, páx.85

Ben escurriscado

"Os talentos do raparigo foron premiados cunha aperta e un cartolo de pan centeo, recén cocido, que alimentaba co cheiro. A sancristana convidoume a pasar á cociña. Había no chineiro un botellón con borras de licor café. Ben escurriscado, alcanzou para encher tres copas. Á parte do neno e da nai, estaba o sancristán, home soturno que non gastou palabras nin moveu un músculo cando lle fun presentado. Bebemos os grandes, e o anano mollaba sopas de pan nas nosas copas, colmándoas de faragullas. O silencio e os fociños do home, merecían unha explicación por parte da súa esposa."

Bieito Iglesias, "A cruz de prata" en  miss Ourense, ed. Galaxia, Vigo, 1994, páx.84

A roda e o andante

" Onde a cancela do rural, traballaba un afiador, poñéndolle un remendo a unha pota. (...)

  Saíu ó corredor unha señora para vixiar os traballos do paragüeiro.

  -Non a encha de auga ata dentro dun pedazo, senón estrágase o parche.

  A pota estaba picada coma unha regadeira, así que o afiador, precavido, colleu a roda e o andante. Cando a dona do sancristán comprobase a eficacia dos remendos, andaría por Luíntra.

  -Señora, mándanme facer averiguacións polo do Xeremías. Teño entendido que o seu rapaz foi que encontrou o morto."

Bieito Iglesias, "A cruz de prata" en  miss Ourense, ed. Galaxia, Vigo, 1994, páx.83

Unha augardente de cereixas

"  -Non puidemos cos padaos ríxidos, non houbo forma de pechalos -aclarou o crego-. ¿Apetécelle unha augardente de cereixas? Pódolle ofrecer tamén un licor que fan os frades de Samos.

  Aceptei a copa de augardente e dispúxenme a escoitar ó parroco. Os da Eirexa non dicían nada, anque facían bastante ruído ó paladear as bebidas.

  -O rapaz do sancristán, que andaba no monte coas vacas, foi o que encontrou ó Xeremías morto, nun regato que hai por baixo do lugar. Mellor que llo conte el, vive na casa da aira. Xa haberá tempo diso, pode pernoctar con nós. Fáiselle tarde para volver á capital. Mañá celebramos a festa da patroa, a Virxe dos Remedios, a pesar de que vén nun mal momento.

  O maxistrado chegou ó escurecer, acompañado dunha ambulancia e de dous civís de Ourense."

Bieito Iglesias, "A cruz de prata" en  miss Ourense, ed. Galaxia, Vigo, 1994, páx.81

Facendo pozos

" -Son Gumersindo Nespereira, da policía de Ourense. Envíanme para axudar a esclarecer o crime.

  -Estamos á espera da Garda Civil e do xuíz. Vano trasladar a Ourense para facerlle a autopsia. Anque a cousa non ten dúbida, ese home foi apuñalado polo seu cómplice. Xa saberá que falta da igrexa unha cruz de prata do século dezasete.

  -Quixera que me deran detalles do sucedido. (...)

  -Pouco sabemos del, ó parecer era da parte do Bolo. Recorría as aldeas cun axudante, facendo pozos."

Bieito Iglesias, "A cruz de prata" en  miss Ourense, ed. Galaxia, Vigo, 1994, páx.80

Unha aldea de catro casas

"O airiño de fins de setembro, despois dun verán bochornoso, dicía frío e obrigaba a defender o peito. No alto do Rodicio botei en falta un pasamontañas, pois o biruxe pelaba as orellas. Con todo, o que máis amola, a quen coma min está afeito ó coche, é engulir quilómetros co sillín rozando as nádegas. Mentres subía as revoltas interminables das serras, non me saía do acordo a imaxe dun mono que viñera co circo, e que lle ensinaba ó público as pousadeiras calvas de tanta nugalla como pillaba na xaula, esperando sentado polas bananas.

  O Castro da Pavana era o que se di unha aldea de catro casas. O pé da igrexa, fronte por fronte coa rectoral, había unha casa grande de ampla solaina, e un chisco apartadas, casopas máis pobres  unidas por parede medianeira."

Bieito Iglesias, "A cruz de prata" en  miss Ourense, ed. Galaxia, Vigo, 1994, páx.79

Nesas partes da serra

"Ó parecer as dúas señoras de Acción Católica que visitaban o barrio presignábanse ó pasar pola nosa porta. Vinme negro para desfacerme das pavesas. (...)

  Cheguei á comisaria coa lingua fóra, xa non estaba afeito a camiñar, e someteume o xefe a unha das súas sesións de doutrina. (...)

  -Non lle aconsello que se meta niso. Os carteis de "Franqueira, el hombre del campo" empapelan as rúas do centro, ¡qué non pasará nos transformadores e cabaceiros do rural! Con este rival non hai nada que facer, ten vara alta entre os gordos.

  -Xa sabemos que é moi ocorrente, Nespereira. Chameino para pedirlle un favor. Houbo unha morte e roubaron unha igrexa nesas partes da serra, e preguntoume o bispo se lle podiamos botar unha man á Garda Civil. Non lle podo faltar, comprenda, teño un cuñado de cantor da catedral e a Súa Ilustrísima trátase moito coa miña familia."

Bieito Iglesias, "A cruz de prata" en  miss Ourense, ed. Galaxia, Vigo, 1994, páx.78

 

Lercha

"Daquela, adiantouse de entre o público Miss Ourense, e os presentes romperon en insultos.

  -Lercha, vas con ese can que matou a teu pai.

  A rapaza entrou no Pazo engrandando. Parecía máis pequena do que era de seu, coma se lle serrasen os tacóns."

Bieito Iglesias, "Miss Ourense" en  miss Ourense, ed. Galaxia, Vigo, 1994, páx.74

Cantas hai

"Á mañá seguinte acudín ó xulgado a declarar. Enfronte do Pazo de Xustiza, todo arredor da estatua de Concepción Arenal, congregárase unha multitude de curiosos. Trouxeron os detidos no furgón e, ó que se apeou, o Cimprón encarouse coa xente e chomoulles cantas hai. Pateou ós fotógrafos e ordenou:

  -Maripi, pasa para dentro."

Bieito Iglesias, "Miss Ourense" en  miss Ourense, ed. Galaxia, Vigo, 1994, páx.74