En treinta años que ha
llevado
encima esta maldicion,
dice en su declaracion,
otras muertes que ha
causado,
su conciencia ha
descargado;
al calabozo le meten,
ya es evidente su muerte,
pues asi Dios lo ha
querido,
que pague este maldecido
las víctimas inocentes.
En este año presente
que cuenta el cincuenta y
tres,
en el mes de junio, el
juez
á un enemigo tan fuerte,
la ley le aplica de
muerte;
todos asi lo esperaban,
que sus crímenes pagara,
que este vino á ejecutar
en contra la humanidad.
¡Oh qué maldicion tan
rara!
Es propiedad de Eugenio Bahamontes.
Madrid:=1853
Imprenta de D. José María Marés, calle de Relatores,
número 17.
En “Romasanta, el
hombre lobo de Allariz” de Félix Francisco Castro Vicente, en Hibris: Revista de bibliofilia, nº 42,
Alcoi-Alicante, 2007, págs. 29-32.
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