“que para ejecutar
estos asesinatos no se valian de arma alguna; pues por efecto de la maldicion,
se convertian los tres en lobos, desnudándose primero y revolcándose en el
suelo, y despues de tomar dicha forma, acometian y devoraban á cualquiera, como
lo hicieron con las referidas y sus hijos, quedando unicamente los huesos; las
ropas las aprovechaban algunas veces, cuando servian, y toda la de las
espresadas la aprovecharon, vendiéndola despues, sin que recuerde á quien: Que
unas veces volvian á tomar luego la forma humana, y otras andaban ocho dias;
pero á lo menos en dos conservaban la de los animales dañinos espresados...”
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