Me han llamado.
¡Decidme adiós, hermanos míos! ¡Adiós, me voy!
Aquí os dejo la
llave de mi puerta; renuncio a todo derecho sobre mi casa. Sólo os pido buenas
palabras de despedida.
Vivimos mucho
tiempo juntos, recibí más de lo que pude dar. Y ahora es de día, y la lámpara
que iluminó mi rincón oscuro se ha apagado. Me llaman y estoy dispuesto para mi
viaje.
(Zenobia
Camprubí: 1918. Ofrenda lírica (Gitánjali).
Tengo que irme.
¡Decidme adiós, hermanos!
Os saludo a todos y me despido.
Entrego las llaves de mi casa
y renuncio a todos los derechos sobre ella.
Solo os ruego, de vuestra parte,
una despedida amable.
Hemos sido vecinos por largo tiempo
y he recibido más de lo que os he dado.
Hoy, al amanecer,
la lámpara que ilumina
mi oscuro rincón
se ha apagado.
He recibido una llamada
y estoy listo para el viaje.
Tengo que irme.
¡Decidme adiós, hermanos!
Os saludo a todos y me despido.
(Díaz Gárriz: 2014. Gitánjali.)
Traducido directamente do bengalí.
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