domingo, 24 de julio de 2016

Gitanjali, 35





                                       (Risco, Vicente: 1914. Discurso no Ateneo de Madrid)


(Permite, Padre, que mi patria se despierte) en ese cielo donde nada teme el alma, y se lleva erguida la cabeza; donde el saber es libre; donde no está roto el mundo en pedazos por las paredes caseras; donde la palabra surte de las honduras de la verdad; donde el luchar infatigable tiende sus brazos a la perfección; donde la clara fuente de la razón no se ha perdido en el triste arenal desierto de la yerta costumbre; donde el entendimiento va contigo a acciones  e ideales ascendentes…
¡Permite, Padre mío, que mi patria se despierte en ese cielo de libertad!

(Zenobia Camprubí:  1918. Ofrenda lírica (Gitánjali).

Un lugar donde el espíritu
no tema a nada ni a nadie
donde la cabeza se lleve erguida,
donde el saber sea libre,
donde el mundo no se haya roto en pedazos
por mezquinos intereses particulares,
un lugar donde la palabra surja
de lo profundo del corazón;
donde, en esfuerzo común y constante,
se tiendan los brazos hacia mayor perfección.

Una tierra donde el limpio manantial de la razón
no se pierda en las arenas del desierto
de costumbres estériles
y donde con vigorosos golpes de tus manos
conduzcas nuestras obras,
pensamientos e ilusiones
a metas siempre más altas.

¡Haz, Padre mío, que la India despierte
en este cielo de libertad!

(Díaz Gárriz: 2014. Gitánjali.) Traducido directamente do bengalí.

                                  (London: India Society, 1912. Gitanjali) Autotraducido por Tagore do bengalí

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