La libertad no
está para mí en la renunciación. Yo siento su abrazo en infinitos lazos
deleitables.
Siempre estás tú
escanciándome, llenándome este vaso de barro, hasta arriba, con el fresco brebaje
de tu vino multicolor, de mil aromas.
Mi mundo encenderá
sus cien distintas lámparas en tu fuego, y las pondrá ante el altar de tu
templo.
No; nunca cerraré
las puertas de mis sentidos. Los deleites de mi vista, de mi oído y de mi tacto
soportarán tu deleite.
Todas mis
ilusiones arderán en fiesta de alegría, y todos mis deseos madurarán en frutos
de amor.
(Zenobia
Camprubí: 1918. Ofrenda lírica (Gitánjali).
La liberación para mí
no consiste en renunciar.
Disfruto del gusto de la libertad
en mil lazos placenteros.
Siempre me escancias
nuevas copas de ambrosía,
de color y aroma varios,
colmando hasta el borde
mi vasija de barro.
Mi mundo enciende en tu llama
sus numerosas lámparas
y las pone ante el altar de tu templo.
No, no cerraré la puerta de mis sentidos.
Los placeres de la vista, el oído y el tacto
llevan el sello de tu propia hermosura.
Mis ilusiones serán liberadoras.
Mi amor a los demás será
fruto de mi devoción a ti.
(Díaz Gárriz: 2014. Gitánjali.) Traducido
directamente do bengalí.
(London: India Society, 1912. Gitanjali) Autotraducido por Tagore do bengalí
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