"Mauro estaba demacrado. Estaba viviendo una pesadilla. Había empezado el día que se dio cuenta de que Viruca había desaparecido. Una pesadilla que se convirtió en un infierno cuando recibió la llamada de la Guardia Civil diciéndole que habían encontrado un cadáver flotando en el embalse de As Conchas y que coincidía en parte con la descripción de su expareja."
Carlos Montero. El desorden que dejas. Ed. Espasa. 2016. Pág. 54.
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