"-(...) Tengo que cambiar de rumbo. Y esta es una oportunidad cojonuda, de verdad que sí. Estos días trabajando con mi hermano he sido feliz. Estoy lleno de planes, de energía. Creo que la casa rural podría funcionar, creo que sabría cómo llevarla. Y mira, si no te ves viviendo aquí nos podemos mudar a Vigo, o a Ourense, y yo ya vengo todos los días, estoy dispuesto. Pero creo que es lo que tengo que hacer, Raquel, lo tengo que hacer."
Carlos Montero. El desorden que dejas. Ed. Espasa. 2016. Pág. 163.
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