"-No lo sé... Pero necesito que tú me creas, Germán, necesito sentirte a mi lado. Y que no me mientas más, por favor. Porque si no puedo confiar en ti, nada de esto tiene sentido, yo cojo las maletas y me vuelvo a Coruña y que le den a los alumnos, al trabajo y a Novariz."
Carlos Montero. El desorden que dejas. Ed. Espasa. 2016. Pág. 260.
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