viernes, 20 de mayo de 2022

Lucila Valente

Estuvo en pie, vivió,
fue risa, lágrimas,
alegría, dolor,
pero amaba la vida.

Caminó entre nosotros.

La mañana era cosa
de sus manos alegres,
zurcidoras, abiertas.

Solía alimentarnos
de pétalos o besos
sin cesar desprendidos.

Dejó su nombre puro
solo frente a la noche:
Lucila o siempremadre.

Ahora yace aquí,
donde la lluvia canta
al pie de un montealegre.

Bajo la tierra el agua
acaricia sus huesos.

Ella amba la vida.

José Ángel Valente, A modo de esperanza,(1953-54)
Obras Completas I, Círculo de Lectores, 2006, pág. 70

("Educado entre mujeres", como él mismo solía recordar, y muy unido a su tía-madrina Lucila -figura que aparece en algunos de sus poemas-... pág. 11 de la "Intoducción" de Andrés Sánchez Robayna)

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