jueves, 12 de diciembre de 2013

¡Qué andarás tú tramando por aquí, perillán!

"¡Qué andarás tú tramando por aquí, perillán! ¿De dónde te viene esa manía de andar por la catedral cuando no hay nadie?" Luego me pellizcaba los carrillos y me mandaba para casa, no sin antes advertirme, una y otra vez, casi con las mismas palabras: "El templo es para el culto y no para venir a él cuando no hay nadie ni ocurre nada, a pensar tonterías. Si sigues así serás un hombre triste y raro. ¡Hala, líscate para la calle!"

Eduardo Blanco-Amor, La catedral y el niño, ed. Galaxia, Vigo 1997,  páx. 76

No hay comentarios:

Publicar un comentario