lunes, 31 de marzo de 2014

La costumbre exigía

"Después de la misa, la interminable confirmación a todo el chiquillerío de la parroquia... Y después el desayuno, chocolate con roscones y azucarillos, para toda aquella requitropa, con sus parientes colgados. Se daba en el gran comedor, y la costumbre exigía que lo sirviese la gente principal de la familia (lo que se criticaba mucho en A...); en este caso la abuela, la tía Cleofás y nosotros."

Eduardo Blanco Amor, Los miedos, ed. Destino, Barcelona, 1963, 1ª edición, páx. 157

domingo, 30 de marzo de 2014

Imaxes do soño profundo da pedra inspirada

"... privilexio negado ás torres nacidas e
mortas coa vontade que as informa.
A clara severidade conceptual da catedral
de Ourense non suprime o pasado..."
"...se non estructuras viven lendas máis
vivaces que os alzados."
Ramón Otero Pedrayo

Ascendo á torre
Sospeitando o xesto da consumación:

Contemplarei á vella Serenou
e un arrepío de luxuria e sangue
guiarame á venganza.

Manuel Guede, Contra Serenou, ed. Sotelo Blanco, 1985
(Extraído do libro: Ourense, craro río, verde val; escolma de Marcos Valcárcel
Concello de Ourense, marzo 2001, páx. 90)

sábado, 29 de marzo de 2014

¡Primero que se maten!

"La abuela, que conocía bien los usos, avanzó a cubrirle la retirada.
 -Déjelos usted que se desahoguen. Pelean sin armas, no llegará la sangre al río.
 -Pero mi señora doña Zoe...
 -Le ruego que los deje, sé bien lo que hago.
 -Esto ocurre por no estar aquí la Benemérita (masculló, con voz de aparte). Se lo enrostraré al gobernador en cuanto llegue a A...
 -Soy yo quien no quiere "civiles" en mis tierras... ¡Primero que se maten!"

Eduardo Blanco Amor, Los miedos, ed. Destino, Barcelona, 1963, 1ª edición, páx. 156

viernes, 28 de marzo de 2014

"A las tres cartas"

"A Lois lo vi dos o tres veces, observando con gran atención en un puesto donde se timbeaba "a las tres cartas", juego de mucho engaño que llevaban por las romerías unos truhanes de A... Después lo vi jugando muy entusiasmado. Algo más tarde me dijo, al pasar:
   - Les cogí la trampa; ya les papé tres duros."

Eduardo Blanco Amor, Los miedos, ed. Destino, Barcelona, 1963, 1ª edición, páx. 153

jueves, 27 de marzo de 2014

¡El día de San Pedro!

"-A tu abuela le gusta esto, la bambolla, la figuración.
 -La revienta... ¡No la conoces...! Ya ves, en A..., no invita a casi nadie. Lo hace aquí porque se hizo siempre, por cumplir; lo hacen todos, hasta los aldeanos. ¡El día de San Pedro! ¡Je! Es como una especie de competencia a ver quién tiene más forasteros. Yo oí contar que en tiempos del abuelo, venían más de cien."

Eduardo Blanco Amor, Los miedos, ed. Destino, Barcelona, 1963, 1ª edición, páx. 145

miércoles, 26 de marzo de 2014

La Carlota

"Por fin apareció el cupé charolado, con su tiro de mulas, enormes y negrísimas. Descendió acompañado de un canónigo gordo, que yo no había visto antes, y del familiar, un beneficiado relamidillo, alto y pálido, con hebillas de plata en las chinelas, a quien las gentes del común, en A... llamaban la Carlota, nunca supe por qué."

Eduardo Blanco Amor, Los miedos, ed. Destino, Barcelona, 1963, 1ª edición, páx. 143

martes, 25 de marzo de 2014

Los criados viejos

"La abuela no perdía el compás, saludando a todos por sus nombres "Concha, ¡qué alegría me das! Espero que mañana venga tu hija..." "Aquí estoy, doctor Corona... Nunca  creí tener el honor..." "Isabel querida, sube despacio, que ya no estás para esos trotes..." "¡Ay, Julia, qué bien quedas sin tu marido, mucho más joven..." "Por aquí, por aquí, José, Manuela (eran los criados viejos, de A...). Id a Barrabás que os dé un buen jarro del blanco.Venís aspeados. ¡También, esa cuesta!".

Eduardo Blanco Amor, Los miedos, ed. Destino, Barcelona, 1963, 1ª edición, páx. 142

lunes, 24 de marzo de 2014

Los forasteros

"Conque, la víspera de San Pedro, a la hora que habitualmente se dedicaba a la siesta, empezaron a llegar los invitados más íntimos (los otros venían sólo para la comida del día siguiente).

Aparecieron con su algazara tonta, sus risas sin causa ( como si tuvieran que reírse por obligación), y sus pasmos sin motivo, por cualquier cosa, porque sí, como si acabasen de desembarcar en un país recién descubierto.

Los peores resultaban los forasteros, los que no eran de la región, generalmente funcionarios y militares que caían a A..., al azar de traslados y permutas.

Eran unos pelmazos y gorrones de marca mayor, con su acento teatral y su falso señorío. Todo lo encontraban "pintoresco" (¡vaya unos idiotas!)..."

Eduardo Blanco Amor, Los miedos, ed. Destino, Barcelona, 1963, 1ª edición, páxs. 140

domingo, 23 de marzo de 2014

A Campá do Siléncio...


A Campá do Siléncio. Soa comigo dispois da noite recluir os astros.
Na Catedral cerca-me o pasado inexorável. Abro os ollos ao sentimento
de tempo na hora.
Ser a morada do deus sendo a morada do home. Imóvel sen cesar
recordas,
creas-me.
En Ourense todo é centro dourado e van dicindo as augas aos ollos que
me miran,
que ollan ceos azuis, cincentos, brancos, desmemoriada luz do día.
Soñei o Miño onde aparece e desaparece silencioso.
A mañá con ese ar de boneca maquillada, coa súa imaxe delgada.
reflexou-se
nos ollos que son amigos do distante
A tarde calada vai ao mar. Quero partir son coa feliz presencia, e quero
deixar de ser ou ser isto, o que non ten sido engano.
Dis-me é tarde. Na obra dos homes, fiquemos, partamos.
Nubes errantes fan-me e son Hiperión nesta viaxe cara o adentro de min.
Un paxaro cruza de tempo en tempo batendo as suas asas silenciosas,
este ar azul do dia primeiro de outono
Imperceptíveis incisións na tua cortiza, o tempo enchen-se de recordos
como unha pedra cuberta de musgo, de signos
Aboia quieta a luz con finísimas gotas de gris no seu rostro, nada contén o distante.
Pola Ponte Vella es quen regresa. Envolves todo, tamén o profundo ceo mourado, infinito.
O poente, o rumor do inextinguível. A vida imita o movimento. Saberá ela quen es?

Cesáreo Sánchez Iglesias, O Rumor do Distante, Premio Esquío 2000 (inédito)
(Extraído do libro: Ourense, craro río, verde val; escolma de Marcos Valcárcel
Concello de Ourense, marzo 2001, páx. 123-124)


sábado, 22 de marzo de 2014

Los ropashechas

"Los coches y los "propios", iban y venían entre el pazo y la ciudad, trayendo vituallas en enormes cantidades de las que luego sobraba la mayor parte.

  Los aldeanos jóvenes aparecían, ya desde la víspera, afantochados y tiesos con sus trajes, comprados en los "ropashechas" de A... Perdido el garbo de su fachenda natural, desfigurados por los ternos acartonados y desmedidos (regalo de la abuela), parecían sobrevivientes de algún desastre, vestidos apresuradamente por las autoridades."

Eduardo Blanco Amor, Los miedos, ed. Destino, Barcelona, 1963, 1ª edición, páxs. 139

Roteiro Carlos Casares

"... agora desde o Liceo, a editorial Galaxia e a Fundación Carlos Casares, botamos a andar un roteiro co seu nome por Ourense. Se por Galicia adiante xa ten dedicadas rúas, prazas en máis de vinte sitios (en Ourense en Xinzo, Porqueira, Ribadavia e o Instituto de Viana), nós podemos facer algo máis e algo distinto. Independentemente de que a lugar que o viu nacer lle dedique algunha homenaxe como as descritas, podemos, co roteiro, visitar o centro da cidade da súa man, da man da súa obra; algo que non poder facer ningunha outra cidade. En dezaoito paradas –máis outra en Beiro- percorremos tamén a súa obra de ensaio –centrada en biografías de ourensáns ou na propia historia cultural da cidade-, as súas novelas, relatos e artigos de xornal. Lugares como o Hotel Miño e as súas tertulias, a súa casa natal na esquina da avenida da Habana-Cardeal Quevedo, a rúa do Curros Enriquez que biografíou, a Igrexa de San Francisco, a fonte do Parque de San Lázaro, a rúa do Paseo, a Alameda, Arcediagos, a rúa da Paz de aires oterianos e risquianos, Cardeal Quiroga, rúa de Lepanto, Catedral, praza do Trigo e Praza Maior. Un paseo curto, cheo de evocacións, acompañados polo iniciador do cine, Barbagelata; polo bispo de Ilustrísima; polos mozos de Vento Ferido; polo estudante desacougado de “Xoguetes para o tempo prohibido”; polos intelectuais da postguerra sentados ou non nun “Sillón Azul”; polos amigos como Pepe Suárez ou Blanco Amor, ou moitos outros vellos e novos."
                            Afonso Vázquez Monxardín, na Región, 8/3/2014 (artigo completo)


Alumnos de As Lagoas abren o roteiro Carlos Casares


Presentación do roteiro o 8 de marzo de 2014 no Liceo

viernes, 21 de marzo de 2014

Aquel jolgorio

"Durante el par de días que duraba aquel jolgorio, además de perder nuestra libertad, teníamos que apechugar con las mismas estupideces y farsanterías, con las mismas caras y los mismos gestos, que nos resultaban inaguantables, asquerosos, durante el resto del año en nuestra vida familiar de la ciudad.

  Pero no eran sólo los huéspedes, que llegaban de A..., sino que la fiesta en sí me aburría. La aldea dejaba de ser aldea sin ser otra cosa, y los aldeanos también. Era como un carnaval sin gracia en el que todos parecían no hacer otra cosa que esperar las horas de comer. Porque todos, ricos y pobres, paisanos y puebleros,  tragaban hasta quedar idiotas de hartazgo y de bebida; pero más de comida, como si se emborrachasen con ella.  Y, además, en nuestra casa, después de aquella invasión y aquel estruendo, la final rebatiña..."

Eduardo Blanco Amor, Los miedos, ed. Destino, Barcelona, 1963, 1ª edición, páxs. 138-139

jueves, 20 de marzo de 2014

Un papelito doblado

"No bien terminamos, me fui al excusado y desaté el nudo del pañuelo. ¡Me quedé sin acción! Tenía siete monedas grandes, de oro, y un papelito doblado. El papel decía así: "No puedo dejarte más, es muy difícil, ya comprendes. Ayer te esperé y no viniste y eso me hace sufrir. El jueves baja ella a A... y podemos vernos en el otro sitio que es mejor, ya me entiendes. Te espero, sin falta, a las once. Cuidado con lo que haces en el folión, ya sabes lo que te quiero decir".

  Estaba escrito en papel fino y con buena letra."

Eduardo Blanco Amor, Los miedos, ed. Destino, Barcelona, 1963, 1ª edición, páx. 137

miércoles, 19 de marzo de 2014

Una baraja entera

"Y sin decir más, se sentó a horcajadas de un banco y empezó inmediatamente a humillarnos sacando del pecho una baraja nueva. Silbando por lo bajo, se puso a extender los naipes con cierto orden, haciendo combinaciones con ellos.  Los miraba un momento, recogía algunos y los volvía a extender.

  Nosotros nunca habíamos tenido una baraja entera que fuese nuestra; apenas unas pocas cartas, cuando alguna se descompletaba. En cambo aquel tipo de...

  Manejaba las cartas con gran soltura; las barajaba haciendo piruetas con ellas (como los señores que venían, en A...,  a jugar al tresillo con la abuela), haciéndolas volar de una mano a otra sin que se le cayesen.  ¡Tío asqueroso, allí, silbando, con su manera de reventarlo a uno! Y todo como si estuviese solo, extendiéndolas, recogiéndolas, y pa... rrá, pa...rrá, de una mano a otra, por el aire, sin que se le cayese ni una... Era como para levantarse y partirle una canilla de un patadón."

Eduardo Blanco Amor, Los miedos, ed. Destino, Barcelona, 1963, 1ª edición, páxs. 133-134

martes, 18 de marzo de 2014

Después de las anginas

"Después de las anginas que lo tuvieron estropeado una semana (tan feroces que incluso hubo que llamar a nuestro médico de A...) Roque Lois aparentaba más bueno (yo creo que porque hablaba más bajo), más amigo de todos, hasta de sí mismo. Claro que no parecía él, con aquellos movimientos cansados, aquel mirar triste. Podría ser siempre así, pensaba yo, sin dejar de ser todo lo decidido y listo que era; pero, a lo mejor, no."

Eduardo Blanco Amor, Los miedos, ed. Destino, Barcelona, 1963, 1ª edición, páx. 90

lunes, 17 de marzo de 2014

Una posesa de los diablillos

"Salí a su encuentro. Ludivina venía con la chambra desgarrada, pasmados los ojos, sin párpados, como una muñeca rota, como una posesa de los diablillos, ofrecida al Santo Cristo de A.... Parecía ahogarse como si no le entrase el aliento, encarnada hasta la frente llena de venas. Traía en la mano un pequeño lío de ropa, una prenda apretada contra sí. Por un jirón de la chambra aparecía y desaparecía un pecho pequeño, dorado, como algo de comer."

Eduardo Blanco Amor, Los miedos, ed. Destino, Barcelona, 1963, 1ª edición, páxs. 85-86

domingo, 16 de marzo de 2014

Media mañá

Para Xosé Raúl Castro Cao

Néboa escrita con bocas,
as palabras xa chegaron alá,
a néboa cara a que van voando
os puños dos vellos,
entre Vilarchao e Ourense
baixando no autobús,
só a néboa esperando,
máis branca.

Emilio Araúxo, Pois,  Santiago, ed. Noitarenga,1998
(Extraído do libro: Ourense, craro río, verde val; escolma de Marcos Valcárcel
Concello de Ourense, marzo 2001, páx. 120)

sábado, 15 de marzo de 2014

Sus posesiones... ¡je!

"Venían a "despedirse". La despedida duraba una semana o más, y daba ocasión para que "El Eco de A..." insertase en sus Sociales: "De paso a su habitual veraneo en las playas del Norte, han salido para sus posesiones de Valdouro..." Sus posesiones... ¡je!"

 Todos los años hacían igual. Primero mandaban los chicos por delante, para dejar a la abuela cargada con ellos (aunque para mí no era ninguna carga) el resto del verano. Luego venían unos días, por suerte muy pocos, a "despedirse"; yo creo que era únicamente para dar lugar a que saliese en el periódico de los curas aquello de "sus posesiones", aunque todo el mundo sabía que era mentira, pues en A... se sabía todo y algo más."

Eduardo Blanco Amor, Los miedos, ed. Destino, Barcelona, 1963, 1ª edición, páxs. 60-61

viernes, 14 de marzo de 2014

El Buey

"Seguían allí los Couñago (¿por qué se quedarían tanto esta vez?), o sea la tía Armida, hija menor de mi abuela, y el tontainas insufrible de su maridazo.
  Era muy alto, macizo, con pujos de aristócrata. En Auria le llamaban el Buey, supongo que por la estudiada lentitud de sus movimientos, que le llegaba hasta el bastón."

Eduardo Blanco Amor, Los miedos, ed. Destino, Barcelona, 1963, 1ª edición, páx. 60

jueves, 13 de marzo de 2014

Siempre a gritos

"Yo pasé de largo sin decirle nada. Lo había querido mucho (seguía queriéndolo), aunque era mayor que yo, dos o tres años; tendría entonces trece o catorce.

  En realidad fue el primer amigo que tuve, antes de que lo fuese Diego, que, al principio, era sólo mi primo. A pesar de ser Crespiño un aldeano, no tenía punto de comparación con los chicos de Auria, tan idiotas y mandones, todos iguales, siempre a gritos."

Eduardo Blanco Amor, Los miedos, ed. Destino, Barcelona, 1963, 1ª edición, páxs.52-53

miércoles, 12 de marzo de 2014

Ganas de estar solo

"Conque me largué sin decir nada a nadie, ni siquiera a Diego. Siempre hacía así, como si fuera un secreto, ¡vaya un secreto! Pero me habían venido las ganas de estar solo, para nada, para estar...

  En A... también me venía eso algunas veces, pero allí era imposible. Cuando salía de casa tenía que ser con un motivo y siempre acompañado, ¡ni que me fueran a comer! Y en casa nunca se está solo, aunque no haya nadie, aunque uno esté encerrado en su cuarto, aunque sea de noche y todos durmiendo."

Eduardo Blanco Amor, Los miedos, ed. Destino, Barcelona, 1963, 1ª edición, páxs. 50-51

martes, 11 de marzo de 2014

Muchas buenas familias

"Bah, ¿total qué? Un marido que se ponía a gastar el dinero con una fulana y que terminaba yéndose con ella, era la historia de muchas buenas familias de A..., quién sabe si empezando por la mía, que si no fuese por la abuela..."

Eduardo Blanco Amor, Los miedos, ed. Destino, Barcelona, 1963, 1ª edición, páx.48

lunes, 10 de marzo de 2014

Las malas palabras

"Lo primero que hizo Lois fue contarnos las cosas que hacía en A..., que eran muy fachendosas;  unas se las creíamos y otras no, pero nunca lo contradecíamos, porque hay que ver cómo se ponía... Y hablaba y hablaba, haciendo la pantomima de lo que iba contando... Siempre alargaba los relatos para que, finalmente le pidiésemos que dijera las malas palabras; pero aquel día, no sé si porque era el primero, nadie se lo pidió. Así que empezó él de repente."

Eduardo Blanco Amor, Los miedos, ed. Destino, Barcelona, 1963, 1ª edición, páxs. 42-43

domingo, 9 de marzo de 2014

Praza do Trigo

Aquí
por exemplo
unha pomba dicía
Agarda por min

Agarda anos na pedra que chaman
do Trigo
e sostén a esperanza
como se non fose certo
que algunha vez
habemos 
de morrer

Aquí 
por exemplo
unha pomba dicía
os nosos nomes rotos
e rotos
para sempre.

Xosé Carlos Caneiro, poema inédito, 2000
(Extraído do libro: Ourense, craro río, verde val; escolma de Marcos Valcárcel
Concello de Ourense, marzo 2001, páx. 126)

sábado, 8 de marzo de 2014

Un buen vaso de ruibardo y ricino

"- ¡Hala de ahí, fantasmón...! Si te vuelvo a ver en éstas, vas a parar a San Francisco (era el manicomio de A..., espantoso, como un lugar de castigo). ¡Tengo dicho, y es la última vez! Tú, valiente (dijo hacia Marcial), hazle un buen vaso de ruibardo y ricino y mételo en la cama. A la noche le das una canada de vino caliente con ruda, y que la duerma... !Andando (dijo hacia todos) se acabó la función!

Eduardo Blanco Amor, Los miedos, ed. Destino, Barcelona, 1963, 1ª edición, páx.38

viernes, 7 de marzo de 2014

El jardinero municipal

"Cuando todo estaba en orden -¡vaya un orden!-  dentro de la casa, se ocupaba de lo de fuera. Se limpiaban de hierbajos las veredas de la huerta y venía el jardinero municipal de A... a arreglar el jardín, o sea a dejarlo hecho un mamarracho. Brazados de rosas (y todos los lirios, pues la abuela los odiaba, y cada vez salían más sin que nadie los plantase) eran sacrificados por su pasión simétrica; y una vez puso en peligro toda una hilera de manzanos, mandándolos podar ya cargados de fruta "porque estorbaban la visión"."

Eduardo Blanco Amor, Los miedos, ed. Destino, Barcelona, 1963, 1ª edición, páx.30

jueves, 6 de marzo de 2014

Un salón

"- ¡Más vale tener que desear! Lo que te digo es que, por todo lo que te he dicho, la gente terminará por apartarse de tu salón.
 - Yo no tengo salón, no seas cursi...
 - Tienes la mejor casa de A..., y el hecho de que la lleves mal...
- ¿Qué tiene eso que ver con lo que tú llamas salón? ¿Qué es un salón? ¿Una sala grande con cosas inútiles o ese cotilleo de figurones y malas lenguas que tú armas los viernes... para darles chocolate con agua?

Eduardo Blanco Amor, Los miedos, ed. Destino, Barcelona, 1963, 1ª edición, páx. 21

miércoles, 5 de marzo de 2014

Un pintor de puertas

"La condesa y la hija tenían verrugas color chocolate en los mismos sitios de la cara, lo que resultaba bastante cómico. Parecían de la misma edad, sólo que la hija parecía más disfrazada de vieja porque se pintaba, por cierto tan mal que la apodaban "la Valcárcel", que era un pintor de puertas de A..."

Eduardo Blanco Amor, Los miedos, ed. Destino, Barcelona, 1963, 1ª edición, páx. 20

martes, 4 de marzo de 2014

¡Valiente sociedad!

"Pero el ser o no invitados por la condesa en sus días de recibo, era tanto como figurar o no en la sociedad de A... ¡Valiente sociedad! Yo creo que nosotros éramos los únicos que no reformábamos la ropa y que comíamos bien."

Eduardo Blanco Amor, Los miedos, ed. Destino, Barcelona, 1963, 1ª edición, páxs. 20

lunes, 3 de marzo de 2014

Los viejos coches rechinantes

"Y para tales hazañas había que ir en los viejos coches rechinantes, tragando polvo, quietos cada uno en su sitio, sin dejarnos siquiera encaramar al pescante, como cuando bajábamos, sin extraños, a la villa o en el largo viaje a A... a hacer compras con la abuela o con la tía María Cleofás, sentados junto al Rúas o al Barrigas, los cocheros, siempre tan alegres, con sus carotas llenas de risa y sus denuestos por lo bajo."

Eduardo Blanco Amor, Los miedos, ed. Destino, Barcelona, 1963, 1ª edición, páx. 19

domingo, 2 de marzo de 2014

O recanto agarimado da pedra

Chamábaste
Raxa..., Mamasunción, María a Portuguesa...
nomes perdidos nas esquinas,
de palabra,
por pechar o trato,
a trata nestes días,
da carne e algunha presa
de diñeiro para esquecer.

Na túa despensa había sempre ración de azucre
con pouso amargo, olor de lavanda, xabón barato
e algunha historia que escoitar.

Levabas a diario calor de burga,
ollos de noite e un farol aceso
de tarde en tarde.

Baixo aquel balcón da Porta de Aire
un calafrío de azougue
ripouche o vestido camelia
e ollámonos nus con todo o mundo
ao alcance das nosas mans.

sábado, 1 de marzo de 2014

A...

Los miedos (1963) de Eduardo Blanco Amor pertence ao ciclo de "Auria" tal e como indica o seu autor na "Xustificación" que precede ao seu seguinte libro escrito, publicado con anterioridade, Os biosbardos (1962):

         Iste é o coarto libro que nasce das miñas lembranzas de Auria, pobo onde eu mesmo
       son nado. O outros, son tres novelas: La catedral y el niño, A esmorga e Los miedos.(1)
Nembargantes, Los miedos non se sitúa exactamente na cidade de Auria, máis ben nun pazo próximo á cidade. O nome do lugar a penas se menciona, só nunha ocasión, e de maneira indirecta alúdese a el, "Valdouro", nun artigo de prensa nun xornal local, na súa sección de sociedade:

       ... insertase en sus Sociales: "De paso a su habitual veraneo en las playas del Norte,
     han salido para sus posesiones de Valdouro..." (2)

 "Valdouro", tóponimo que presenta variantes en Galicia, non o atopamos preto de Ourense, polo que máis ben parece ser unha aportación de Blanco Amor á toponimia literaria xogando novamente cos hipotéticos étimos de Ourense, Val de Ouro.
  Ese desexo de non ubicar exactamente o lugar onde se atopa o pazo onde transcorre practicamente a totalidade da novela contrasta coas constantes referencias a Auria, debido, evidentemente, a que son as xentes de Auria as que interesan ao escritor, facéndoas circular, directa e indirectamente polas páxinas da novela. Desprazamento espacial, que non ambiental.

 Outra novidade temos que sinalar en relación coas obras precedentes: Auria, con todas as letras, só se cita en 5 ocacións, a primeria na páxina 53:

              A pesar de ser Crespiño un aldeano, no tenía punto de comparación con los
         chicos de Auria, tan idiotas y mandones, todos iguales, siempre a gritos. (2)
preferindo maioritariamente a solución abreviada, ou talvez, suxerente de "A...": en 28 ocasións aparece así, e algunha máis cando se fai referencia a prensa local "El Eco de A..." ou ao mesmo "Santo Cristo de A...".