martes, 28 de enero de 2020

Libros que dañaron su alma

“Pero el Cura estaba resuelto a echarse encima una supuesta culpa para librar de ella al pequeño procesado, y continuó:

-Es que yo puse en sus manos libros que dañaron su alma; no advertí que estragaba su genio natural y que fomentaba su afición a soñar con cosas imposibles. ¡Cate usted que quería embarcarse y correr aventuras llevando de mentor a Benito Freire!...

-¡Pues buena compañía se buscaba! ¿Y qué lecturas fueron esas?-inquirió el magistrado.

-Que yo recuerde ahora, las Metamorfosis de Ovidio y aquel pasaje del Satiricón donde un soldado se convierte en lobo. El muchacho disfrutaba con estas ficciones de los gentiles, y yo, por amor de las humanidades y por hacer un bien a aquel espíritu que pedía salir de su tosquedad, consentí en darle pasto con lecturas que ahora veo que resultaron perniciosas.”

Martínez-Barbeito, Carlos. El bosque de Ancines.  Ayma editor de Barcelona, 1947. pág. 173.
(Estas palabras se refieren al niño Minguiños, no a Benito Freire)

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