miércoles, 2 de abril de 2014

En el lugar de Grixoa

"El viejo Martiño entraba en la narración como de mala gana, sin dramatismo, sin ninguna modulación en la voz, como hablando de sementeras y cosechas.
  -Fue cuando servía en la casa de los Sánchez, allá por tierra de Manzaneda, en el lugar de Grixoa... Decís que son cosas de viejos... ¡je! Entonces era yo mozo y bien mozo, que ni llegaba a los treinta... Vi uno y traté con él, es un decir, aunque por poco espacio, pues ésos andan siempre así, como huidos... Pero aun siendo tan poco, me dio que cavilar para mucho tiempo, como aquél que queda algo trastornado y no puede dejar de volver siempre a lo mismo...
  Venía yo de vuelta para Grixoa, donde servía, como ya dije. Había ido al pazo de la Mata, por mandado de los amos, para aconsejar a aquellos señores sobre un resto de la cosecha que se les estaba picando. Yo, como nacido en el Ribero, entiendo de estas cosas, como sabéis, ya desde muy rapaz, que entre ellas me crié; que los de Manzaneda cosechan en Valdeorras por manos de caseros montañeses, que poco o nada se valen tratándose de vinos, aunque otra cosa supongan...

  (...) Al llegar al camino que corta para el planalto de Langullo, que es mucho más raso, me determiné a llamarlo, pues no era cosa de seguir así, y preguntarle que a dónde se encaminaba. Estaríamos a treinta o cuarenta metros."

Eduardo Blanco Amor, Los miedos, ed. Destino, Barcelona, 1963, 1ª edición, páx. 166-167 

Unha tía-avoa de Blanco Amor, Camila, marchara de Ourense preñada cara as terras de Manzaneda na procura do pai da criatura, un seminarista, que buscara refuxio "na súa casa feudal de Grixoá, máis alá das serras da Cabeza Grande, disposto a esquecer no medio da decadencia ruína familiar. Os Sánchez, casa grande non había moito, co seu escudo de armas (...) foron devoltos á terra pola pobreza. Bernardino fuxía cara a curia pero interpúxose Camila e debeu retomar o arado.
 (...) O neno Eduardo irá moito por alí da man da súa nai Aurora. Xa escritor, servirase da casona da Grixoá para as súas "novelas de pazo": La Catedral y el Niño e Los Miedos."
  Tamén "máis tarde, en Chile a la vista, Blanco Amor revivirá a fascinación da casona."
  Gonzalo Allegue, EBA Diante dun xuíz ausente, ed. Nigra, 1993, páxs. 25-27

No hay comentarios:

Publicar un comentario