miércoles, 5 de diciembre de 2018

Aquel silencio

"Después, se fueron al "Refugio" para una última reunión de los "Silenciosos", con el firme propósito de no volver a poner los pies allí. Brindaron con el clásico tinto, chocando las tazas, sin decir una sola palabra. Se miraban a hurtadillas, emocionados. Nadie se atrevía a romper aquel silencio, el último común, el más hondo, el más entrañable de cuantos habían convivido. Fue el futuro religioso quien se creyó en la obligación de hacerlo y, con voz velada por la emoción, dijo: "¡A ver, los poemas!".

Julio López Cid. El Río. Duen de Bux, Ourense,  2008. Pág.65

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