viernes, 8 de octubre de 2021

Escaso precio

 ""Todo el mundo dice que el aguardiente es milagroso", se animó mientras paseaba de largo por el bar Samuel esperando que se tranquilizase el ánimo del tabernero por no haberle pagado la consumición de la mañana. En una tienda de la calle de los Hornos compró una botella de aguardiente, "quinientas pesetas tres cuartos de litro, serán ladrones", pero justificó la mercancia porque quinientas pesetas por una muerte y un paso más hacia la categoría de Socio de Honor, se le antojó escaso precio. Se sentó en una mesa del bar Queso, pan y vino y pidió una botella de vino y una ración de queso."

José María Pérez Álvarez, Las estaciones de la muerte. Duen de Bux, Ourense, 2008. Pág.88-89.

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